Bergoglio en Mongolia: todavía abuela occidental, gran madre y serpientes. Por Andrea Cionci
La abuela occidental regresa de nuevo, esta vez de su tierra natal, Mongolia. ¿Recuerdas cuando Bergoglio, en Canadá, participó en un ritual en el que un chamán invocaba el círculo de espíritus junto con su "abuela occidental"? Descubrimos que era la llamada Abuela Araña, la madre tierra de los inuit que, en la mitología navajo, solía arrojar su tela sobre los niños y luego devorarlos
Por Andrea Cionci
Para Adoración y Liberación
La participación de Francisco en tal ritual causó sensaciónAQUÍDado que la evocación de espíritus, para la fe católica, es pura nigromancia, un pecado de gravedad sin precedentes, correspondiente a la evocación de demonios.
Hoy muchos se preguntarán por qué el supuesto “Papa Francisco” hizo este viaje a la lejana Mongolia.
En primer lugar, prestemos atención a su elocuente saludo a las autoridades locales con referencias a la fraternidad masónica universal y a divinidades sincretistas indistintas: “Que pasen las nubes oscuras de la guerra, sean barridas por la firme voluntad de una FRATERNIDAD UNIVERSAL en la que las tensiones se resuelvan sobre la base del encuentro y el diálogo, y los derechos fundamentales estén garantizados para todos. Aquí, en vuestro país rico en historia y cielo, imploremos este don de lo ALTO y trabajemos juntos para construir un futuro de paz”. Y de nuevo: “Las religiones, cuando se refieren a su PATRIMONIO ESPIRITUAL ORIGINAL y no están corrompidas por desviaciones sectarias, son a todos los efectos apoyos confiables en la construcción de sociedades sanas y prósperas, donde los creyentes se gastan para que la convivencia civil y la planificación política estén cada vez más al servicio del bien común”.
Pero una estatua muy especial que el mismo Francisco “bendecirá” en los próximos días ofrece un delicioso alimento para el pensamiento.
Se trata de una estatua de Nuestra Señora que fue profanada porque fue encontrada, hace 18 años, en un vertedero, entre la basura, por una mujer local, al parecer antes de la llegada de los misioneros salesianos. Posteriormente, la anciana ofreció la estatuilla a la comunidad religiosa local.
Así, el pseudo-neo-cardenal Giorgio Marengo, llamó la atención de esta estatua Bergoglio quien la renombró – casualmente – con el nombre de “MADRE CELESTIAL”.
Un sacerdote confirma que este atributo mariano es poco utilizado, de hecho, incluso fue desalentado en el seminario por su ambigua relevancia sincretista. Ya es utilizado por los mormones y la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.
Curiosa coincidencia, Madre Celestial es también el nombre de la diosa china XIWANGMU, también conocida como Doumu o Tianmu, la antigua Gran Madre China.
Leemos AQUÍ: “Con sus poderes de creación y destrucción, Xiwangmu ordena la vida y la muerte, la enfermedad y la curación, y determina la vida útil de todas las criaturas vivientes. Es asistido por una multitud de espíritus y seres trascendentales. Es ella quien decide la muerte y la realidad después de la muerte, otorgando satisfacción e inmortalidad a los buscadores espirituales. Pero Wangmu no era un título para mujeres reales. Significa ABUELA, como se encuentra en el Yi Ching”.
Así que la diosa es la abuela de Occidente. “Xiwangmu, la Reina-Madre de Occidente, siempre ha estado asociada con los territorios occidentales. Era una diosa de la fertilidad, con una intensa actividad sexual. Ella era la guardiana de los frutos de la inmortalidad. También reinó sobre los destinos humanos y Occidente, que era considerado la tierra de los muertos, y PODÍA DESENCADENAR EPIDEMIAS. Se la puede comparar con la diosa alemana Frija o la escandinava Freyja. Todos eran probablemente personificaciones de la Tierra. También parece haber sido una forma de Nüwa, otra diosa de la fertilidad, que correspondía a la diosa “Sol de la Tierra” de los hititas. Ambos tenían vínculos con serpientes; Xiwangmu, como Nüwa, tenía una relación con los instrumentos musicales de viento“.
No es de extrañar en absoluto que la Madre Celestial China sea la misma abuela occidental de los nativos americanos, (casualmente evocada por el chamán canadiense con un silbato en hueso de pavo) porque este último emigró de Mongolia a las Américas hace unos 20.000 años, pasando por el estrecho de Bering.
Como es típico de las grandes madres prehistóricas, Xiwangmu, además de tener atributos eróticos, también era un hombre del saco con dientes de tigre, cola de pantera y podía hacer sonidos terribles.
Por lo tanto, nos enfrentamos a laotra pseudo-Madonna bergogliana:nada más que una Gran Madre arcaica, una divinidad que no tiene nada que ver con la Virgen María católica, que, como era de esperar, aplasta la cabeza de la serpiente y no está familiarizada con los reptiles.
Incluso en el caso de la estatuilla mongola, un simulacro originalmente cristiano ha sido renombrado con el nombre de una antigua Gran Madre.
Recuerde el icono Salus Publica Populi Romani, conservado en S. Maria Maggiore, en Roma, del cual Bergoglio es muy devoto, rebautizado por los jesuitas en 800 con el nombre de la antigua diosa romana de la salud, quien, como era de esperar, alimentó a la serpiente.
Y hablando de serpientes, además de haberlas visto recientemente en las vestiduras de la Jornada Mundial de la Juventud,
, una serpiente también se puede reconocer en los remolinos de humo que se elevan desde el “ger”, la tienda móvil mongola que figura en el centro del logotipo del viaje pseudo apostólico.
Para aquellos que quieran saber cómo y por qué Benedicto XVI nunca ha abdicado, haciendo de Bergoglio antipapa, aquí están las próximas conferencias sobre nuestra investigación “Code Ratzinger”.
