AyL
Redacción
Agencias
El arzobispo de Kansas City y presidente de Actividades Pro Vida de la conferencia de Obispos Americanos, Naumann, ha dado un buen repaso al ‘católico devoto Biden’: «El presidente debería dejar de llamarse a sí mismo un católico devoto y reconocer que su opinión sobre el aborto es contraria a la enseñanza moral católica. Sería un enfoque más honesto de su parte decir que no está de acuerdo con su Iglesia en este importante tema y que está actuando en contra de la enseñanza de la Iglesia» – ha manifestado Naumann.
«Cuando dice que es un católico devoto, los obispos tenemos la responsabilidad de corregirlo. Aunque la gente le ha dado poder y autoridad a este presidente, no puede definir qué es ser católico y qué es la enseñanza moral católica» – ha proseguido.
«Lo que está haciendo ahora es usurpar el papel de los obispos y confundir a la gente. Dice ser católico y va a obligar a la gente a apoyar el aborto con el dinero de sus impuestos. Los obispos deben corregirlo, ya que el presidente actúa en contra de la fe católica» – concluye Naumann, quien se mostró valiente enfrentándose a la línea de Bergoglio y la mayoría de los obispos de apoyar a Joe Bien, haga lo que haga.
Sobre el sacerdote que negó la comunión a Biden, manifestó el prelado: «Creo que actuó siguiendo su conciencia. Creo que el presidente tiene la responsabilidad de no ir a la Sagrada Comunión. Cuando los católicos reciben la Eucaristía, están reconociendo la Presencia Real de Jesús y también la fe en las enseñanzas de la Iglesia. El presidente Biden no cree en las enseñanzas de la Iglesia sobre la santidad de la vida humana, y no debe poner al sacerdote en la situación de tener que decidir si le permite o no recibir la Eucaristía. Debería saberlo después de 78 años como católico».
Y a la pregunta de si él la daría la comunión, ha concluido: «No creo que me encuentre nunca en esa situación; no espero que venga a misa en Kansas y se acerque a mí para recibir la comunión».
Auguramos corta carrera a Monseñor Naumann en la iglesia bergogliana. Desde luego, mejor para él; y para su alma.
