Descripción
Recién hemos recibido las Medallas de la Virgen de la Medalla Milagroda; del taller original de su confección en la recóndita Abadía benedictina francesa que lleva décadas elaborándolas.
Diseño original, auténtico; sin elementos introducidos de forma hostil, como en gran parte de las que se comercializan (estrellas auténticas de la Virgen, posicionadas en pie como en el diseño original, y pie de la Cruz sosteniendo a la M de María) y bendecidas en origen por los Frailes tradicionales antes de enviárnoslas.
Observen la diferencia:
(y revisen sus medallas)


Se las ofrecemos confeccionadas en aluminio, 18 mm. Ver fotos abajo.
“Ô MARIE CONÇUE SANS PECHE, PRIEZ POUR NOUS QUI AVONS RECOURS À VOUS!”
¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS, QUE RECURRIMOS A VOS!
(4 segundos de Jaculatoria; tocando la cadena… tantas veces se desee)
¿De dónde viene?
El sábado 27 de noviembre de 1830, la Virgen Inmaculada apareció a Santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad en el convento de la rue du Bac de París, y le confió la misión de hacer tallar una medalla cuyo modelo le reveló:
– “Haz tallar una medalla según este modelo”, le dijo la Virgen, “las personas que la lleven con confianza recibirán grandes gracias, y sobre todo llevándosela al cuello”.
Por lo tanto, si amas a María, y confías en su poderosa intercesión, lleva siempre su medalla para vivir en la gracia de Dios y permanecer bajo la protección de la bendita Virgen.
La medalla que hace prodigios
La medalla experimentó inmediatamente una difusión extraordinaria, y se obtuvieron innumerables gracias y beneficios del Cielo a través de su medio: protección, conversiones, curaciones, especialmente durante la terrible epidemia de cólera de 1832 en París (20.000 muertes), prevención de accidentes y desgracias, etc.
Desde entonces, la medalla se ha extendido por todo el mundo con tal éxito espiritual y temporal que ha recibido del propio pueblo cristiano el nombre común de “medalla milagrosa”.
Esta medalla es un signo religioso
Como tal, es aconsejable que sea bendecida por un sacerdote; y conviene respetarla como todo lo que viene de Dios y nos recuerda su amor por los hombres.
MENSAJE DE LA ABADÍA BENEDICTINA
“Los frailes benedictinos que trabajan en el taller monástico de iconos, librería y objetos de piedad, le agradecen cordialmente su pedido y su confianza.Estamos en unión de oración con ustedes”











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