La Gran Apostasía II. Por Juan Cicconi

Por Juan Cicconi
Para Adoración y Liberación
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La Gran Apostasía II 10 de septiembre de 2024
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La realidad debe ser creída no puede ser comprendida porque es lo verdadero, es la verdad de todo lo que es, y esto lo podemos ver en la realidad del ser, porque una cosa es saber y otra comprender, saber podemos saber todas las cosas que existen incluso las imposibles pero comprender no podemos, incluso de ninguna cosa podemos comprender la esencia ni siquiera la esencia de una mosca como dice Aristóteles, porque para saber que una cosa es basta que nos la muestren o que nos demuestren que existe pero para comprender necesitamos comprender su esencia. Por ello la filosofía antigua buscó probar con estos atributos: Esencia y Existencia / Sustancia y Accidente/ Materia y Forma/ Acto y Potencia, la esencia y la existencia, propiedades deslumbrantes del ser. Y la realidad rebosa de ser.
El conocer entre el sujeto y el objeto hay unidad, y a esto lo llamamos identidad, confirmado por Aristóteles cuando decía: “el alma al conocer se hace todas las cosas”, y San Tomás nos deja en gran asombro cuando decía: “En esta vida amar a Dios es mejor que conocerlo, porque es el mejor modo de conocerlo.”
Pero ¿qué ha venido a suceder? La fe, que es un conocimiento, se ha transformado en un sentimiento, por eso puede convivir con la inmundicia y volverse algo despreciable al hombre de fe. Y la fe vuelta voluntad es solamente un apetito: “quiero que esto sea así.”
“Vivimos en una generación torcida y perversa, pues tienen entenebrecido el entendimiento, enajenados de la vida de Dios por la ignorancia que los domina a causa del endurecimiento de su corazón y habiéndose hecho insensibles se entregaron a la lascivia, para obrar con avidez toda suerte de impurezas y hasta da vergüenza mencionar las cosas que hacen en secreto los que sirven a los demonios. Por eso miremos con cautela como andamos, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (1)
“Por eso vivimos en una completa miseria; los vicios, la inmoralidad y las debilidades vuelven miserables a los hombres y los ilegitima desde el mismo nacimiento, por ello a todos debe llegar la posibilidad de la virtud; y el primer paso, del largo camino, es abrazar la fe cristiana.
Consideremos que las materias capaces de emplear todas las facultades y potencias del espíritu humano son las investigaciones y estudios en teología, metafísica, ética y moral, porque no tienen límite, ocupación capaz de compensar la ausencia de cualquier otro ejercicio mental. Porque nada es tan seguro para los hombres que saber cuál es su fin y cómo deben vivir, y esto no es nada mas que la paz en el orden”(2).
Solo basta indagar en la historia para conocer acerca de aquellos que creyendo ser algo hoy son nada. ¿Dónde están Nínive, Babilonia, Tiro, Siro, Cartago, Persépolis y Susa, Atenas joya del mundo, Roma ante la cual los pueblos se arrodillaban, Menfis, Egipto y Jerusalén?
Luego de muchos siglos estamos ante el fin de los tiempos y a pesar de haber sido advertidos seriamente se abandonaron las enseñanzas de Cristo. ¿Pero Dios es solo alguien que pasa y no vuelve?
Nota:
1- San Pablo: Filipenses 2,15 – Efesios 4,18-19 y Efesios 5, 15 escritas en los años 61 y 63 DC
2- Juan de Solórzano y Pereira (1575- 1655) jurista español.
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