Virgen de Fátima
La Virgen de Fátima es una de las advocaciones marianas más veneradas en el mundo católico, conocida por sus apariciones a tres niños pastores en la localidad de Fátima, Portugal, en el año 1917. Estos niños —Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto— afirmaron haber visto a una “Señora vestida de blanco” en varias ocasiones entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de ese año. Durante esas apariciones, la Virgen les transmitió mensajes de conversión, oración, penitencia y paz, en un contexto marcado por la Primera Guerra Mundial y los cambios sociopolíticos en Europa.
Uno de los aspectos más destacados de estas apariciones fueron los llamados “tres secretos de Fátima”, revelaciones que contenían visiones proféticas sobre el sufrimiento de la Iglesia, la conversión de Rusia y la importancia del rezo del rosario. El último de los secretos fue mantenido en reserva por el Vaticano hasta el año 2000, lo que ha generado un aura de misterio e interés en torno a este fenómeno religioso.
El Santuario de Fátima, construido en el lugar de las apariciones, se ha convertido en uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo, atrayendo a millones de fieles cada año. La devoción a la Virgen de Fátima no solo ha influido profundamente en la espiritualidad católica del siglo XX, sino que también ha sido un símbolo de esperanza y fe en tiempos de crisis. Su mensaje, centrado en la oración y la conversión del corazón, continúa siendo relevante hoy en día, inspirando a creyentes de todo el mundo a buscar la paz interior y mundial a través de la fe. La figura de la Virgen de Fátima representa, así, una manifestación maternal de consuelo divino y guía espiritual.
13 de mayo, festividad de la virgen de Fátima.
¡Centenario de las apariciones!
¡Canonización de los pastores!
¡Y tantas y tantas cosas!
¡Ave María!
¡Virgen María, protégenos, guíanos y sálvanos!
Vicente Montesinos
