Vida de San Lucas

San Lucas nació probablemente en Antioquía de Siria, en el seno de una familia pagana de cultura griega. Era médico de profesión, como él mismo señala indirectamente (cf. Col 4,14: “Lucas, el médico querido”).

Hombre culto y de espíritu sereno, fue uno de los primeros convertidos al cristianismo, y muy pronto se convirtió en compañero inseparable de San Pablo en sus viajes misioneros. Le acompañó en Asia Menor, en Macedonia, en Grecia y finalmente en Roma, donde permaneció fiel incluso durante el encarcelamiento del Apóstol.

De su fidelidad y sensibilidad espiritual brotó una de las obras más bellas del Nuevo Testamento: el Evangelio según San Lucas y los Hechos de los Apóstoles, ambos dirigidos al mismo destinatario, “Teófilo”, cuyo nombre significa “amigo de Dios”.

El Evangelio de la misericordia

El Evangelio de San Lucas se distingue por su profunda humanidad y ternura, al mostrar el rostro misericordioso de Cristo.
Es el Evangelio de los pobres, de los pecadores perdonados, de las mujeres fieles y del amor divino que busca a cada alma.

Solo en su Evangelio encontramos parábolas tan conmovedoras como:

• El Hijo Pródigo (Lc 15,11-32).

• El Buen Samaritano (Lc 10,25-37).

• La Oveja perdida (Lc 15,4-7).

• El rico Epulón y el pobre Lázaro (Lc 16,19-31).

También es el evangelista que más nos habla de la Santísima Virgen María, conservando las palabras y recuerdos que solo una madre pudo relatar. Por eso, la tradición lo considera el pintor de la primera imagen de la Virgen, motivo por el cual es patrono de los pintores y artistas cristianos.

Su testimonio y martirio

Después del martirio de San Pablo, San Lucas continuó predicando el Evangelio en Grecia y Asia Menor. Según la tradición, murió mártir en Beocia (Grecia), alrededor del año 84, después de una vida entregada al anuncio del Evangelio.

Sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla y luego a Padua, donde son veneradas hasta hoy.

Milagros y devoción

• Muchos artistas y médicos lo veneran como patrono de su profesión.

• A lo largo de la historia, innumerables conversiones se han producido al leer su Evangelio, considerado “el Evangelio del Corazón de Cristo”.

• Es invocado especialmente por quienes desean crecer en la misericordia, la compasión y el amor al prójimo.

Oraciones a San Lucas Evangelista

Oración breve

San Lucas, Evangelista de la misericordia, enséñanos a mirar con compasión a los hermanos y a ser testigos fieles del amor de Cristo.

Jaculatoria

San Lucas Evangelista, ruega por nosotros.

Oración más extensa

Oh glorioso San Lucas, Evangelista fiel y discípulo amado de San Pablo,
tú que revelaste al mundo el rostro misericordioso del Salvador,
intercede por nosotros para que nuestras palabras y obras reflejen la verdad del Evangelio.
Inspira a médicos, artistas y predicadores para que, con sus talentos, sirvan a Dios y a los hombres.
Concédenos la gracia de vivir con la misma fe, constancia y amor con que tú seguiste a Cristo.
Amén.

Reflexión final

San Lucas nos enseña que el Evangelio no es solo doctrina, sino la historia viva del amor de Dios. En su escritura resplandece la misericordia, la ternura de María y la alegría del Espíritu Santo.
Su ejemplo nos invita a unir la sabiduría humana con la fe, el arte con la verdad, la ciencia con la caridad.