Oración de San Juan Eudes a María – Ave María, Filia Dei Patris
San Juan Eudes, apóstol incansable de las devociones al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, nos legó una oración mariana de exquisita ternura y profundidad espiritual. Constituida como una salutación poética, esta plegaria —“Ave María, Filia Dei Patris” (Alégrate, María, hija del Dios Padre)— invoca la Trinidad en la persona de la Virgen, exaltando títulos llenos de gracia: “hija de Dios Padre”, “madre de Dios Hijo”, “esposa del Espíritu Santo”, “Inmaculado lirio de la gloriosa e inmutable Trinidad” y “rosa llena de fragancia celestial” .
Cada invocación es un canto a la grandeza de María y a su papel sublime en el misterio divino.
MEDITA ESTA ORACIÓN CON MÚSICA
Esta oración, incluida en las obras del santo, invita al admirador de María a contemplar y alabar sus misterios con respeto filial y fe viva.
Al recitarla, no sólo elevamos nuestra voz en alabanza, sino que también aprendemos a reconocer en María el camino hacia el Corazón de Cristo. Una joya de tradición, perfecta para rezar en familia, en el silencio personal o para inspirar una meditación profunda sobre la maternidad divina.
Preciosa oración de San Juan Eudes a la Santísima Madre de Dios
Nos alegramos contigo, María hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo, esposa del Espíritu Santo.
Inmaculado lirio de la gloriosa e inmutable Trinidad, rosa llena de fragancia celestial.
Virgen excelsa y fiel que diste a luz y alimentaste al Rey del universo.
Reina de los mártires, atravesada por una espada de dolor.
Reina del universo, que recibiste todo poder sobre cielos y tierra.
Reina de nuestro corazón, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Madre amable, Madre admirable,
Madre de misericordia.
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Alabamos a tu esposo san José; a tu padre, san Joaquín; a tu madre, santa Ana.
Bendecimos a tu hijo san Juan; a tu ángel, san Gabriel.
Damos gracias al Padre que te eligió, al Hijo que te amó, al Espíritu Santo que te desposó.
Al Señor la gloria por siempre jamás.
Amén.
Que el saludo tierno y poderoso de San Juan Eudes a la Madre de Dios despierte en tu corazón una nueva confianza filial. Si este tesoro de devoción te ha tocado, colabora con el Apostolado por Bizum, PayPal o transferencia, o visita nuestra Tienda para apoyar nuestra misión de fe. Unidos en María, divulgamos el Corazón de Cristo.
