¡Adorado y desagraviado sea Jesús Hostia!
Ciertamente, no habrá cisma… ¡ya lo hay!…
No podemos dejarnos engañar por quienes no ven, o pretenden ocultar, la gravedad de lo que sucede en toda la sociedad, pero muy especialmente en el seno de la Iglesia, cuya Jerarquía se encuentra dividida, en auténtico aunque no oficial cisma…
Entre los que se unen a un sector que tolera y/o colabora con el materialismo que pretende colaborar sólo con la paz, la justicia, el progreso material y temporal, tratando a Cristo Ntro. Señor como una simple “Gran Devoción”, colaborando con la masonería en el solo esfuerzo por la “fraternidad universal” de carácter temporal, material…
Y otro sector de quienes le damos a Cristo Señor lo que ÉL merece: por una parte el Culto de Adoración, Desagravio, Amor y Servicio Litúrgico que ÉL merece, y por otra parte el cumplimiento de sus Mandamientos y Doctrina, aplicados a todos los aspectos de la vida: Religiosos, Eclesiales, Litúrgicos, Espirituales, íntimos, personales, familiares, sociales, culturales, profesionales, temporales y eternos, sin descuidar los deberes temporales y profesionales que cada uno tiene para el bien y progreso de la sociedad en lo temporal.
Y sin olvidar que aún eso tiene un objetivo sobrenatural y eterno: la Gloria de Dios Uno y Trino y la salvación de las almas. Bendiciones.
Pbro. José Pablo de Jesús Tamayo Rodríguez, o.c.e.
Director Espiritual de Adoración y Liberación
