Bergofarma insiste: “las vacunas son la solución más razonable contra el coronavirus”

Respuesta a un mitológico teólogo
Al mitológico teólogo, canonista y propietario del artículo erróneo: “Respuesta al dubiun” en Wanderer 10/01/22 en respuesta a su defensa del mismo:
No hay peor cosa que un hombre que pretende ser un intelectual y que comienza con la mentira.
No es cierto que en mi caso me limite a afirmar que “no hay magisterio al respecto y son problemas muy serios” los que acosan a la Iglesia actual y que eso lo saben todos, no creo haber encontrado nadie que afirmara tal cosa pero podría refrescarme la memoria mencionado autores que niegan que exista una solución a los problemas actuales de la Iglesia terrenal por falta de magisterio. Lo espero… cri, cri, cri.
Ud. trae al papa León como magisterio sin darse cuenta de que hace eso y lo niega en su comentario pero allí no estaba el error, Ud. pudo salvar su artículo y su tesis afirmando que hay en el papa León un magisterio en germen.
Lo que no puede afirmar que los problemas de magisterio en la Iglesia pueden resolverse sin magisterio.
Pero en mi crítica agrego, ahora, otra cosa más y es que “sin magisterio desarrollado y no en gérmen no pueden ser resueltos esos problemas”, salvo, que Dios intervenga de manera milagrosa y por eso Ud. mismo afirma: “animo a rezar por el Pontífice, para que sea fiel a su misión, es lo único que la mayoría de nosotros puede hacer, porque no tenemos línea directa con el Papa para decírselo” con lo que reconoce la necesidad de magisterio para resolver estos problemas y que el mismo no existe.
Le recuerdo que Bergoglio cuando se opuso al matrimonio de género en Argentina hizo lo mismo que hace Ud., envió a las monjas de un convento a rezar para impedir lo que iba a pasar si no se hacía otra cosa que rezar y como no se hizo otra cosa pasó lo que debía pasar.
O sea, Bergoglio no hizo nada porque enviar a rezar cuando se trata de problemas prácticos que deben resolver los hombres es no hacer nada fingiendo hacer algo, relacione esto con su consejo de rezar por el papa.
Como señalé los problemas actuales de la Iglesia no los resolverá nadie (salvo milagro divino pero Dios no obra en contra de lo natural y trata al hombre con magna dignidad por lo que permite que incluso haga uso de su libre albedrío para su perdición y para la destrucción de la Iglesia y de las almas aunque quede un resto fiel) y afirmo que todos estos temas quedarán como Misterio de Iniquidad con graves consecuencias para la Iglesia y el Mundo y para las almas del gran rebaño a corto plazo.
Así, que muy posiblemente Dios no actúe de manera milagrosa y contra la naturaleza para lograr la conversión de toda la jerarquía sino que se sentará en primera plana a ver que hacen estos necios y los dejará sufrir las consecuencias de sus malas acciones.
Los graves problemas de la Iglesia terrenal actual requieren un magisterio ordinario y extraordinario desarrollado para ser resuelto o no serán resueltos.
La Iglesia no ha tratado esos temas como debía en el Concilio Vaticano I (PRIMERO) y, en este momento, es imposible que los trate con una jerarquía completamente coptada por el progresismo pues como no hay jeraquía que dictamine con autoridad suficiente en contra de lo que ella misma ha hecho y permitido, esos problemas darán lugar a una infinidad de propuestas de solución, como la que Ud. pretende ofrecer, lo que significa, en la práctica, ninguna solución.
Por supuesto, que Ud. bien podría llegar a esa conclusión en su tesis, entonces, no sería su tesis sino la mía y le aseguro que no sería aprobada por su obispo.
Por otra parte, la solución de su tesis que nos anticipa en el artículo y que no es una solución sino una venta de humo, será aprobada si se vende con la debida ambigüedad y falta de sinceridad que caracteriza a gran parte del rebaño.
No significa que no deban pensarse estos problemas pero es más importante saber que son problemas creados por la misma jerarquía de la Iglesia y que la misma jerarquía de la Iglesia no tiene intenciones de solucionarlos. Para algo los han creado.
Estos problemas de la Iglesia terrenal traerán consecuencias graves para la Iglesia, el Mundo y la salvación de las almas y ¿Qué puede hacer el resto fiel para no incurrir en pecado grave por omisión y en la apostasía?
Rezar por el papa, afirma Ud., como primera solución.
No dice lo que enseñó San Atanasio y la Iglesia de siempre, a saber, que no pueden convivir en un templo herejes con católicos sin caer, estos últimos, en la herejía a pesar de que lo sabe no lo dice.
Recuerde que en la época del arrianismo San Atanasio dijo a las ovejas “les dejamos a los herejes los templos para conservar la fe” pero de ahora en más convivirán dentro de los templos los herejes y los católicos con lo que perderán la fe.
No es cierto que sean los textos de San León Magno los que Ud. presenta, Ud. presenta algunas, no digamos citas, sino comentarios sobre textos aislados que fueron muy mal interpretados por Ud.
Le aseguro que la justificación por la fe o por la misericordia o por la inspiración del Espíritu Santo es grave herejía y está presente en su ambigüa respuesta: “El ser humano se salva porque con su libertad responde a las mociones del Espíritu y pone por obra los talentos que Dios le ha dado, afirmar lo contrario sería pelagianismo.”
O sea que le he avisado que únicamente ponía el acento en las mociones divinas y Ud. no me reconoce el error pero lo corrige de manera ambigüa con la expresión “y pone por obra los talentos que Dios le ha dado” que aparece tan oculto e impreciso que no detalla como debería la necesidad de acciones meritorias para la salvación de los hombres.
Es evidente que en su comentario me está dando la razón pero no quiere reconocerlo.
Su artículo como estaba era herético pero si habla de poner por obra los talentos de Dios reconoce en algo y no debidamente las virtudes sobrenaturales que son la fe, esperanza y caridad y las menciona de manera tan secundaria que es ambiguo como Bergoglio al punto que parece negar la necesidad de las obras meritorias y del ejercicio continuado de las virtudes sobrenaturales para el ejercicio correcto del papado.
Al omitir cuestiones importantes lleva a los fieles por ambigüedades al error y al error grave de la justificación por la sola misericordia que es un error típicamente reformista.
El católico y el papa pueden dejarse mover por los dones del Espíritu Santo pero no siempre ni en la mayoría de las veces por lo que son necesarias las virtudes sobrenaturales y las acciones meritorias que son de moción humana no sólo para la santidad sino, en la inmensa mayoría de los casos, para el magisterio ordinario en el papado.
Es decir, el católico y el papa deberían ser santos para ser obedientes a las mociones del Espíritu Santo y poder discernir los espíritus sólo podrán serlo si realizan actos meritorios, si se niegan a hacerlo, entonces, quedan en la misericordia de Dios como católicos iniciados y remisos o, quizás peor, como católicos caídos en pecado mortal y viviendo una vida no perfecta y no conforme con la voluntad de Dios.
Es falso y grave que Ud. afirme en su artículo que habla sólo del magisterio extraordinario del Papa y no trata del magisterio ordinario y que menciona sólo la inspiración ex cathedra.
Es una falta total de seriedad intelectual porque los problemas que deberían tener soluciones porque los mismos no deberían estar resueltos por el magisterio extraordinario sino por el magisterio ordinario porque el magisterio extraordinario lo ejercieron sólo algunos papas y en contadas ocasiones como la declaración del dogma de fe del nacimiento virginal de María por lo que los problemas de la actual crisis deberían estar resueltos por el magisterio ordinario más que por el extraordinario.
Ud. pone como solución: “animo a rezar por el Pontífice, para que sea fiel a su misión, es lo único que la mayoría de nosotros puede hacer, porque no tenemos línea directa con el Papa para decírselo.” Y su defensa de la fe es decir que si el papa dice A y Dios dice B entonces debe seguirse A.
Nadie ni Bergoglio negará esa afirmación sofística y ambigua que no resuelve nada.
Porque ¿a qué debería recurrirse para saber que Dios dice A?
Si dice Ud. a la sola Escritura cae en el protestantismo.
Si dice Ud. al magisterio ordinario y extraordinario le respondo que no está desarrollado para responder a esos problemas y, además, se está construyendo un falso magisterio que oculta el verdadero.
Si dice Ud. al Papa y a la jerarquía de la Iglesia que ha creado esos mismos problemas, entonces, reconoce recién allí dónde está el problema y quienes deberían solucionarlo pero reconoce que como los mismos que generaron los problemas son los que lo mantienen no tendrán solución.
Ud. afirma que ese es “el tema de” su “futura tesis doctoral en Derecho Canónico si Dios quiere y” su “obispo no lo impide.”
¡Cómo no va a permitirlo el obispo si él eligió ese tema para Ud. y si lo envió a que expusiera su tesis en el sitio!
Su tesis no tiene nada de malo, lo tiene todo y, por ello, será aprobada.
Ud. podría concluir como yo concluyo este comentario en el sentido de que no hay un magisterio ordinario lo suficientemente desarrollado para resolver estos temas lo que ha dado lugar a una infinidad de propuestas de solución que en realidad no son ninguna solución pero, entonces, estaría exponiendo la realidad del problema y es que no se quiere solucionar ninguno de estos problemas y se los ha creado a todos y los mismos que deberían resolverlos son los que lo han creado.
Pero, entonces, estaría Ud. en graves inconvenientes con su tesis porque las ideas no serían suyas sino mías y porque la tesis sería rechazada por culpar a la jerarquía de los problemas que la misma jerarquía ha creado por palabra, obra y omisión.
Ahora, que muchos problemas sean creados y mantenidos sin solución; no es una afirmación insignificante y podemos decir que sí estamos ante un gran avance académico hecho es un simple comentario y debería hacer pensar qué viene después.
San Vicente Ferrer predicó el Apocalipsis y vino algo peor, vino la Reforma Protestante, Dostoievsky escribió sobre el Anticristo y vino algo peor, vino la revolución rusa de 1917, Benson escribió sobre el Apocalipsis en su libro “El Señor del Mundo” y vino algo peor, la Primera y Segunda Guerra Mundial, el P. Castellani y el P. Alfonso Saenz escribieron sobre el mismo tema y vino algo peor que es la actual crisis de la Iglesia terrenal junto con la crisis mundial del seudo covid y vino Bergoglio y su jerarquía, si escribo sobre aquella palabra prohibida por Wanderer es posible que Wanderer tenga razón y no venga el Apocalisis sino otra cosa peor.
Aquí tiene material suficiente para pensar con profundidad el tema y decidir si junta o desparrama. Saludos y suerte con su amigo el obispo
Alberto Ramón Althaus