RESUMEN/HOMILÍA SANTA MISA TRADICIONAL V DOMINGO TRAS PENTECOSTÉS PADRE TAMAYO (27 DE JUNIO DE 2021). LA HUMILDAD
Por Sylvia Zamora
Responsable de Oración
Muy queridos hermanos en el Señor, hoy celebramos el quinto domingo después de Pentecostés. El Señor nos enseña y nos habla de una virtud muy importante que todo católico debe de practicar.
Esa virtud la debemos de tener en dos formas, la primera es en la relación con Dios y con Jesús en el Santísimo Sacramento del altar y la segunda es la relación con el prójimo, estas son dos vertientes en las cuales todo católico debe practicar, las virtudes nos permiten estar en el camino de la verdad que es Jesús mismo.
¿A qué virtudes se refiere el Señor? Se refiere a la humildad.
No cometamos el error que muchos cometen por pretender ser humildes, pues detrás de la supuesta humildad en realidad hay cobardía y soberbia.
Hoy en día, debido al modernismo infiltrado en la vida de la Iglesia, hay sacerdotes malformados en seminarios modernistas que están llevando a los fieles a una humildad mal orientada.
Santa Teresa de Jesús afirma claramente al respecto que “La humildad está en la verdad.”
La verdad es Jesús, por tanto quién es humilde vive en Jesús y quién vive en Jesús tiene una actitud de humildad ante Él que le lleva comportarse en el Santísimo Sacramento del altar con una actitud sincera de adoración.
¿Qué es adorar?
Adorar es reconocerse necesitado y dependiente de Jesús, lo cual nos lleva a actuar con toda nuestra persona humana y adorarle mostrando ante Jesús sacramentado “todo su ser”.
Quién pretende postrarse ante Jesús sólo con su espíritu, es un soberbio que no dobla rodillas ante el Señor.
El humilde dobla sus rodillas ante Jesús y mortifica su cuerpo, despertándose muy temprano para tener tiempo de adorar ante Jesús aún en la intimidad de su habitación, está actitud de oración es la correcta no hay que buscar la comodidad.
Hermanos, sólo el que es humilde en su espíritu y en su cuerpo podrá llegar a contemplar a Jesús en el misterio de la Eucaristía.
El que no se postra de rodillas ante Jesús sacramentado, nunca va a llegar a contemplar al Señor.
La relación con el prójimo también a de ser humilde, hoy en día se insiste en la misericordia con el prójimo, pero este tipo de misericordia esconde también soberbia.
El verdaderamente misericordioso con el prójimo es “justo” con él.
Así como Dios jamás separa ninguno de sus atributos propios de forma indivisa, el ser humano debe imitar a Jesús en cuanto a no separar una virtud de otra.
La pereza no se separa de la humildad ni de la misericordia ni de la justicia, hay que dar a cada uno el trato que cada quien merece.
Si veo a un hermano que está pecando, por misericordia no puedo callarme.
El que es misericordioso justo y humilde sabe tratar al prójimo con “comprensión y firmeza.”
Contemplemos esta enseñanza del Señor y veamos la sabiduría divina del Espíritu Santo para poner en práctica la verdadera humildad cristiana que será fruto de una profunda vida eucarística de adoración y respeto a Jesús sacramentado.
Hay quien, con una supuesta humildad hacia la eucaristía, está manipulando a Jesús sacramentado de muchas maneras, como por ejemplo un seglar “no puede ser ministro extraordinario de la Sagrada Comunión” porque esto es soberbia.
Ya el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento se manifiesta desde los apóstoles en este sentido y se sabe que el sagrado cuerpo de Cristo sólo puede ser tocado y cuidado por un sacerdote.
Seamos verdaderamente humildes y que cada católico ocupe en la Iglesia el lugar que le corresponde y Dios le ha dado y que use su propio estado de vida.
Cada quién esté en el lugar que le corresponde y así podremos vivir una auténtica espiritualidad eucarística y todo será para la gloria de Dios Uno y Trino y la salvación de las almas.
Amén