LA PALABRA DE DIOS DEL DOMINGO: XI DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTÉS

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Juan Donnet

XI DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTÉS

II clase, verde

Gloria, Credo y prefacio de la Santísima Trinidad

PROEMIO

Con la oposición entre el árbol bueno y el árbol malo, entre los hijos del mundo y los hijos de la luz, entre el hombre carnal y el hombre espiritual, entre el fariseo y el publicano, la Iglesia ha querido inculcarnos el verdadero sentido de la vida cristiana. Hoy quiere que nos detengamos a considerar en sí misma esa vida que recibimos en el Bautismo. Quiere invitarnos a renovar nuestras promesas bautismales. El Evangelio nos coloca en los últimos tiempos de la predicación de Jesús en Galilea. En él se nos cuenta el milagro del sordomudo. Debemos al suave y prodigioso contacto de las manos del Salvador el haber sido curados. Así lo experimentamos el día de nuestro Bautismo, cuando “nos condujo a habitar en una misma casa” (Introito). Por eso cantamos, rebosantes de gratitud: “Alabad a Dios, que es nuestro ayudador; celebrad al Dios de Jacob” (Aleluya). Si desde el día en que Cristo nos dijo también a nosotros: “Effeta”, se ha enfriado nuestra fe, volvamos a vivirla con el recuerdo de las apariciones del Resucitado (Epístola); y si nos atemoriza el recuerdo de nuestras flaquezas, pensemos que la abundancia de la piedad divina excede nuestros méritos y nuestras súplicas, y multiplicará la misericordia para perdonar lo que teme la conciencia y para añadir lo que la oración no se atreve a pedir.

El milagro obrado por Jesús en favor del sordomudo que hace mención el Evangelio, expresa admirablemente el estado en que se hallaban los hombres antes de la predicación evangélica.  Las criaturas daban voces para proclamar la existencia de Dios, y el hombre, sordo a tales insinuaciones, no sabía levantar su mente para reconocerle y confesarle. Fue necesario que Jesucristo, con sus milagros y con su doctrina, iluminase las inteligencias humanas. Aquel memorable Ehpheta, “Abrete”, que pronunció Jesús, era en la Iglesia primitiva, y sigue siendo ahora, la vieja imagen que las gracias, así de la primera como de las demás que abren nuestro entendimiento, voluntad y sentidos para lo sobrenatural.


El resumen que nos presenta el Epístola de los principales misterios de nuestra religión, nos da una idea exacta de las excelencias que el Redentor, de su divinidad y de la bondad infinita que ha tenido para con los hombres. El Introito de la Misa expresa perfectamente los sentimientos de un corazón animado de una fe viva en este divino Salvador y lleno de una santa confianza en su voluntad y omnipotencia. (1)

 

 

 

TEXTOS DE LA SANTA MISA

Introito. Salm. 67.6-7,36,2.- Dios mora en su santa casa; a los desvalidos da un hogar y a su pueblo, fuerza y poder.  Salmo.- Levántese Dios y desaparezcan sus enemigos; y huyan de su presencia los que le odian. V/. Gloria a Padre, y al Hijo.

Colecta.-  No habrá quizá oración tan hermosa como ésta ante el abismo insondable de la bondad divina, a la que implora y a la que nos hace contemplar al mismo tiempo.

Omnipotente y eterno Dios, cuya infinita bondad rebasa los méritos y aun los deseos de los suplicantes; derrama sobre nosotros tu misericordia, y perdona lo que nuestra conciencia teme, dándonos aun lo que no osamos pedirte. Por nuestro Señor Jesucristo.

Epístola. 1 Cor. 15.1-10.-  

Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os he predicado, que vosotros habéis recibido, en el cual estáis firmes, y por el que os salváis, si lo conserváis cual os lo he anunciado, porque, de otra suerte, en vano habríais creído. En primer lugar, os he enseñado lo mismo que yo aprendí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, y que fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras; y que se apareció a Cefas, y después a los once. Luego se dejó ver de más de quinientos hermanos a la vez; muchos de los cuales viven aún, aunque otros ya murieron. Después se dejó ver de Santiago, luego de los apóstoles todos; finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un abortivo. Pues yo soy el menor de los apóstoles, que ni merezco ser llamado apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido estéril en mi.

Gradual. Salm. 27.7.1-  En Dios esperó mi corazón, y fui socorrido, y refloreció mi carne, y con todo mi corazón le alabaré. V/ .A ti, Señor, clamo; Dios mío, no te hagas sordo a mis ruegos ni te alejes de mi.

Aleluya. Salm.80.2-3.- Aleluya, aleluya. V/ Alabad a Dios, que es nuestra ayuda, celebrad al Dios de Jacob; cantad con el arpa y la citara. Aleluya.

Evangelio. Marc. 7.31-37.-

En aquel tiempo: Saliendo Jesús de tierras de Tiro, se fue por Sidón hacia el mar de Galilea, atravesando por mitad de la Decápolis. Y le trajeron un sordomudo, suplicándole pusiese la mano sobre él para curarle. Y apartándole del tropel de la gente, metió los dedos en sus oídos y con la saliva le tocó la lengua; y alzando los ojos al cielo, suspiró y díjole: ¡Éfeta!, que quiere decir abríos. Y al punto se le abrieron los oídos y se le soltó el impedimento de su lengua, y hablaba correctamente. Y les mandó que a nadie lo dijesen. Pero cuanto más se lo mandaba, tanto más lo divulgaban, y más crecía su pasmo; y decían: Todo lo ha hecho bien: ha hecho oír a los sordos, y hablar a los mudos.

Ofertorio. Salm.29.2-3.-  Te ensalzaré, Señor, porque me has librado, y no has dejado se rían de mí mis enemigos; Señor, he clamado a ti y me has sanado.

Secreta.-  Te suplicamos, Señor, mires propicio el sacrificio que nosotros, tus siervos, te ofrecemos, para que te sea grato y sostenga nuestra fragilidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

Prefacio de la Santísima Trinidad. En verdad es digno y  justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente  y eterno Dios, que con tu  unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un sólo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino .en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

Comunión. Prov. 3.9-10.- Honra al Señor con todo tu haber y con las primicias de tus frutos; y se llenarán tus trojes de grano y tus lagares rebosarán de vino.

Poscomunión.- Te rogamos, Señor, que experimentemos en el alma y en el cuerpo el refuerzo de tu sacramento, para que, salvados ambos, nos gloriemos con la plenitud del remedio celestial. Por nuestro Señor Jesucristo.


TEXTOS DE LA SANTA MISA EN LATÍN

 

 

COMENTARIO

Como habitualmente, citaremos el comentario del Padre Castellani; y luego haremos nuestras propias consideraciones; hoy sobre la Epístola.

 

COMENTARIO DEL PADRE CASTELLANI

DOMINGO UNDÉCIMO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS [Mc 7, 31-37] Mc 7, 31-37 

 

La curación de otro Sordomudo, muy diferente en su “técnica” de la que ya hemos visto el Domingo tercero de Cuaresma; pero aquella de un endemoniado-ciego-sordo-mudo tuvo lugar después que ésta, en el período que llaman de las Ultimas Excursiones, en el tercer año; y ésta, de un sordo de nacimiento –que le dio mucho más trabajo– fue en Galilea, al fin del primer año, o principios del segundo.  Al otro, Cristo lo curó con un simple grito que le lanzó al demonio; a éste le hizo una cantidad de curanderismos raros: 1) Lo llevó aparte de la gente; 2) le metió los dos dedos índices en las dos orejas; 3) tomó saliva con el dedo y se la puso en la lengua; 4) levantó los ojos al cielo; 5) dio un gemido; 6) le dijo la palabra “éffetta”, que significa ábrete y que San Marcos pone en arameo y luego traduce al griego; después de lo cual el lisiado “habló y daba gracias a Dios”. La Iglesia ha incorporado todos estos gestos de Cristo a la liturgia del bautismo.  ¿Para qué hizo Cristo toda esta pantomima? ¿Para impresionar a la gente? No, porque “apartó al enfermo” de la gente. ¿Porque era necesario sugestionarlo? No, porque cuando resucitó muertos, no los sugestionó primero. ¿Para producir una buena disposición en él? No parece necesario. ¿Para crear un símbolo o una lección espiritual? Por ahí vamos mejor.  ¿Qué fueron los milagros de Cristo? Fueron lecciones; porque “etiam gesta Vertí, verba sant”, dice San Ambrosio: los hechos del Verbo son también verbos, o palabras. Por eso los milagros de Cristo son todos diferentes, y no tienen una “técnica” pareja. El doctor germano H. E. C. Paulas, padre del racionalismo bíblico, dice que Cristo fue simplemente un curandero genial, quizás un hipnotizador; pero todo curandero tiene su “procedimiento”. Cristo curó a este sordomudo con este “procedimiento”; y al otro, un año después, sin procedimiento, con una palabra.  Un momento antes de curar a éste, curó a la hija de la Sirofenisa sin nada, de lejos, sin verla. A algunos les exigía la fe; a otros, no. Con algunos hacía maniobras complicadas, a otros les decía simplemente: “Quiero: sé limpio”; y a otros se negaba a sanarlos. En algunos lugares se negaba acérrimamente a hacer curaciones, otras veces las hacía sin que se lo pidiesen, alguna vez provocó a los Apóstoles a que le rogaran un milagro. A un cadáver resucitó porque se lo rogó su padre; a otro porque vio llorar a sus hermanas; a otro sin que nadie le dijera una palabra. Se ponía furioso cuando los fariseos le pedían “un signo en el cielo”. Al de su predicación hacía milagros en serie: “lo rodeó una gran muchedumbre y curó a todos sus enfermos”; al fin de su lucha, unos pocos milagros resonantes cuidadosamente preparados y elaborados, como pequeñas piezas dramáticas, como las piezas del teatro griego, como Antígona: un hecho central despampanante y en torno de él el diálogo, los coros y las largas consideraciones lírico-dramáticas bordadas sobre el suceso. En suma, los milagros forman parte inconsútil de la enseñanza de Cristo; y enseñar para Cristo no era hacer conferencias o aprender de memoria la tabla de multiplicar, sino iluminar y limpiar las almas, las dos cosas juntas y obrando recíprocamente una sobre otra. “Perdonados te son tus pecados”. ¿Quién es éste para osar decir eso? “¿Qué os parece que es más difícil decir, “te perdono tus pecados” o “levántate y anda”? Pues para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad de perdonar pecados, levántate –dijo al paralítico– alza tu camilla, y vete.”  ¿Qué significa pues el milagro de este Sordo? Algunos han dicho que significa la Confesión, y que el soplar Cristo en el rostro de los Apóstoles al instituirla es recuerdo del “éffetta” y del gemido; pero esto no coincide y es forzado. La interpretación más natural del símbolo que dan la mayoría de los Santos Padres, es que significa la conversión a la fe, el nacimiento de la fe en el hombre. “La fe es por el oído.” Este leso no era mudo de boca sino sordo de nacimiento; y es sabido que los sordonatos no pueden hablar bien porque no pueden aprender a hablar; pero por medio de la vista o el tacto –tocando los labios de otros hablantes– pueden llegar a aprender algo y hablar rudamente; y eso es lo que dice el texto griego, que lo llama “moguilálon” (tartamudo, balbuciente, tartaja; literalmente “el que habla penoso”) y no kofoón, como diría si fuera mudo del todo. Así pues Cristo indicó la preparación para la fe al llevarlo aparte de la multitud y al abrirle los oídos; la necesidad de la gracia, con la mirada al cielo; la palabra de Dios significada por su saliva; lo que le iba a costar a Él darnos la fe, con el gemido; después de lo cual el Sordo “habló alabando a Dios”: “credidi, propter quod locutus sunt”, he creído, y por eso hablo. La gente se admiró; y Cristo les pidió que no lo propalasen; porque la fe es amiga de la reserva y la modestia; y ellos hicieron todo lo contrario; porque el entusiasmo es amigo del ruido. Este Mudo no lo era del todo, pues podía hablar un poco; y este hablar un poco significa la razón humana, que es anterior a la fe.  Si quieren más alegorías, pueden leer los Santos Padres antiguos. Orígenes, Teofilacto, Agustino, Crisóstomo: El dedo significa el Espíritu Santo, la saliva significa la Sabiduría porque viene de la cabeza, levantar los ojos significa la Oración, el gemido significa la Pasión de Cristo, el Sordo significa la Gentilidad”, etcétera.  Los antiguos querían encontrar un significado a cada uno de los pormenores de las parábolas o milagros, lo cual es fácil con un poco de imaginación; pero es arbitrario, y al final cae en el ridículo: alegorismo que los modernos no podemos tragar, y con razón. Pero Maldonado, uno de los precursores de la exégesis moderna, cae en otro error peor: reaccionando al excesivo alegorismo antiguo –al comentar la parábola del Convite, que ya hemos visto– afirma que no todo se ha de alegorizar, porque hay en los Evangelios rasgos de adorno, rasgos superfluos, dice; es decir, cosas inútiles en puridad; lo cual equivale a decir la inocente blasfemia de que él las hubiese hecho mejor a las parábolas, si lo dejan, pues es capaz de distinguir lo que es “superfluo”.  Así como Torres Amat publicó una traducción del Evangelio –que según dicen robó al jesuita Petisco– añadiéndole una cantidad de palabras que Cristo no dijo (Evangelio con viruelas) así Maldonado podría haber hecho una traducción con recortes suprimiendo una cantidad de palabras de Cristo “¡superfluas!”. De hecho existe en Norteamérica una Biblia podada, llamada Pocket-Bible, el ideal de Maldonado.  Y el error de ambos, tanto de los superalegoristas como de los podadores o superfluistas, es que no conocían la índole de la literatura oral oriental; y confundían el símbolo, que es propio de ella, con la alegoría, que es propio de las literaturas más desarrolladas; y que en el fondo es un género inferior y un poco pueril. Ver las alegorías de Lope, por ejemplo:  

 

 Pobre barquilla mía.   Entre peñascos rota.   Sin velas desvelada.   Y entre las olas sola… 

 

La barquilla es su vida; y todos los pormenores que pone allí el poeta corresponden a sucesos más o menos exagerados de su vida. Pero la parábola no es así: es un género más primitivo, natural y apretado; y en realidad, más profundo.  De modo que, en resumen, los milagros de Cristo son a la vez tres cosas que comienzan con L: Legación, Limosna y Lección. Son el sello de la Legación divina, las credenciales con que el Padre acreditaba a su Enviado y a todo cuanto Él dijera; son una Limosna con que la Compasión de Cristo se inclinaba sobre la miseria humana (“plata ni oro yo no tengo, pero de lo que tengo te doy”); y son al mismo tiempo Lecciones, porque el Señor se arreglaba, a la facción de gran dramaturgo, para dar a esos gestos portentosos el significado recóndito de un misterio de la fe; para volver en suma en alguna forma lo Invisible visible: porque “lo Invisible de El, por las cosas por El creadas, entendidas, se manifiesta”, dice un texto apretado de San Pablo; el cual se puede glosar así: Dios es invisible; pero sus atributos y cualidades se pueden columbrar un poco por la Creación; mas para eso hay que entender lo creado; lo cual se llama el don de entendimiento; del cual el Maestro por excelencia fue Cristo; y así la Deidad que no sólo es invisible sino hiperinvisible, trascendente… se manifiesta al hombre como en espejos y en enigmas durante esta vida al que es solicito en verla y en buscarla. Los puros de corazón, ésos verán a Dios.  El sordo de nacimiento vio a la Deidad Invisible encarnada en un hombre a través del milagro con que lo favoreció el Cristo, y “alabó a Dios”; pero antes creía en Dios, porque lo había visto a través de los milagros naturales de esta gran arquitectura de cielos y tierra, en la cual “vivimos, nos movemos, y somos”. Primero usó de su razón (“moguilálon”) y después recibió la fe. Hasta acá Castellani (2)

 

FIDELIDAD O NOVEDAD? INMUTABILIDAD O EVOLUCIÓN?

Castellani comenta muy bien el Evangelio y nos parece posible concentrarnos en la Epístola.

(Epístola. 1 Cor. 15.1-10.-  

Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os he predicado, que vosotros habéis recibido, en el cual estáis firmes, y por el que os salváis, si lo conserváis cual os lo he anunciado, porque, de otra suerte, en vano habríais creído. En primer lugar, os he enseñado lo mismo que yo aprendí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, y que fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras; y que se apareció a Cefas, y después a los once. Luego se dejó ver de más de quinientos hermanos a la vez; muchos de los cuales viven aún, aunque otros ya murieron. Después se dejó ver de Santiago, luego de los apóstoles todos; finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un abortivo. Pues yo soy el menor de los apóstoles, que ni merezco ser llamado apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido estéril en mi.)

Veamos este primer párrafo:

Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os he predicado, que vosotros habéis recibido, en el cual estáis firmes, y por el que os salváis, si lo conserváis tal cual os lo he anunciado, porque, de otra suerte, en vano habríais creído.

 

La Revelación, es decir la Escritura, vivida por la Tradición -ambas fuentes de la Revelación- e interpretadas y explicitadas de manera mas organizada por el Magisterio, nos dice que Dios es Eterno e Inmutable; es el Ser por antonomasía. Su creación es distinta a Él: hay un infinito de distancia ontológica entre Dios y la criatura. Dios posee el Ser en Sí mismo, pero comunica la existencia a sus criaturas de manera permanente, podríamos decir. Está sosteniendo a sus criaturas en la existencia por su Palabra poderosa, siempre.

Dios es Inmutable, no cambia. No en Él sombra de cambio ni mutación. Nos dice Santiago 1,17, en el N. T.:

toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación…

También nos dice Pío IX condenando los errores modernistas en el Syllabus:

 

§ I. Panteísmo, Naturalismo y Racionalismo absoluto (proposiciones condenadas)

I. No existe ningún Ser divino [Numen divinum], supremo, sapientísimo, providentísimo, distinto de este universo, y Dios no es más que la naturaleza misma de las cosas, sujeto por lo tanto a mudanzas, y Dios realmente se hace en el hombre y en el mundo, y todas las cosas son Dios, y tienen la misma idéntica sustancia que Dios; y Dios es una sola y misma cosa con el mundo, y de aquí que sean también una sola y misma cosa el espíritu y la materia, la necesidad y la libertad, lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. 

Damos pocas citas; no es necesario abundar en ellas. Es totalmente claro para la Revelación cristiana, que Dios es Inmutable y distinto de la Creación. La idea panteísta oriental, hegeliana o spinoziana de Dios es una aberración que ha absorbido el progremodernismo. Por eso para esta cloaca de todas las herejías, como lo llama San Pío X, Dios evoluciona y por tanto su Palabra y su revelación también.

Será necesario volver a insistir con que esta concepción aberrante, destructiva y venenosa penetró en la Iglesia hasta llegar a su Magisterio y a un Concilio? El Concilio Vaticano II?

Siempre es necesario insistir en advertir sobre los peligros graves; máxime si para muchos incluso para gran parte de la iglesia hoy esas aberraciones se han vuelto dogma.

Ya desde el Discurso de Inicio del II Concilio Vaticano, se puede detectar el elemento evolucionista, humanista, y pelagiano.

Ha llegado una nueva edad, nueva era: la Era de la Misericordia, en que la Iglesia ya no penaliza los errores y prefiere usar la medicina de la misericordia; puesto que los hombres tienden a darse cuenta solos de los errores graves….La Iglesia no quiere ser mas profeta de desgracias…

Tenemos acá un nuevo credo buenista, evolucionista, modernista, pelagiano y humanista, además de la estupenda abdicación de la Potestad Correctiva por parte de la Iglesia.

Una de las intenciones declaradas del II Concilio era hacerse entender por el mundo de hoy y usar el lenguaje moderno. 

 

Ya hablamos suficientemente de las consecuencias de todo esto: confusión; herejía por doquier; invasión de los Seminarios por doctrinas disolventes con total impunidad. Apostasía; claudicación de la misión de la Iglesia..

Por si fuera poco, tenemos los Documentos Nostra Aetate..(todo un nombre…); Dignitates Humanae(donde se abdica del Establecimiento del Reino sociopolítico de Cristo en la tierra y se acepta el Liberalismo de tercer grado; el Laicismo ONU; poniendo a la Iglesia bajo el Estado liberal laico presuntamente neutro una estupidez, ya que no es neutro, profesa la Corrección Política del Nuevo Orden Mundial Anticristiano) en igualdad de condiciones con cosmovisiones erróneas y religiones adámicas: otra mentira: la Iglesia no está en igualdad de condiciones ya que el secularismo avanza y el confinamiento de la religión católica al fondo de la privacidad del corazón, cada vez es mas coactivo y violento.

El Estado en la cosmovisión política debe apoyar la ley natural y la religión católica.

Sobre el evolucionismo modernista, ampliamente condenado por los Papas, y la adaptación de la Iglesia a los vientos del mundo, a las ideas de la Revolución, recordemos a Joseph Ratzinger como Prefecto de la Fe, proclamando este credo modernista y decretando la muerte del Gran Magisterio Syllabus, a manos de la constitución conciliar Gaudium et Spes, la cual representaría la necesaria evolución…:

«Si se desea presentar un diagnóstico del texto [“Gaudium et Spes”] en su totalidad, podríamos decir que (en unión con los textos sobre la libertad religiosa y las religiones del mundo) se trata de una revisión del Syllabus de Pío IX, una especie de Anti-Syllabus […] Limitémonos a decir aquí que el texto se presenta como Anti-Syllabus y, como tal, representa una tentativa de reconciliación oficial con la nueva era inaugurada en 1789» 
(Joseph RATZINGER, Les Principes de la théologie catholique, París: Téqui, 1985, págs. 426-427).

Maravilloso! (sarcarsmo)

……………………………………………………………………………………..

El Padre David Pagliarani, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X ha afirmado con cierto humor, pero con seriedad tambien, en su charla de ayer en Buenos Aires, en el Priorato Buenos Aires de la FSSPX (3) que el Concilio Vaticano II no se puede interpretar en continuidad con la Revelación, la Tradición y el Magisterio: si se puede interpretar mediante su post concilio: sus consecuencias; sus frutos.

Esto lo afirmo yo, no el Padre Pagliarani: Las oraciones escandalosas de Asís por Juan Pablo II y Benedicto XVI con paganos; el beso del Corán -libro por el cual han sido torturados, deportados, cruelmente dominados, martirizados cientos de miles de cristianos; las comuniones sacrílegas a herejes sin convertir de Taizé, el intento demencial de licuar la responsabilidad judaica en la muerte de Cristo; la ericción inverosímil, demencial, de ellos como Hermanos Mayores; la subida al Catecismo de que adoramos al mismo Dios que los musulmanes……Mas actualmente, la Estatua de Lutero en el Vaticano como Testigo del Evangelio; el Islam como Religión de Paz; los acuerdos irenistas indiferentistas de Francisco con el Islam; Amoris Laetitia, y el Sínodo Amazónico sin epítetos…vienen desde allí, desde el evolucionismo modernista Vaticano II y su imperativo de adaptación al mundo moderno. Del ecumenismo irenistaDe aquellos polvos, estos lodos…

Hay ideas tan absurdas y desopilantes, además de destructivas  y contrarias ostensiblemente a la claridad de la Revelación en estos puntos, que uno se pregunta como diablos pudieron ser erigidas en doctrina católica….

Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 

 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 

 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 

 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre. 

Esto no puede ser mas claro. Nadie que rechaza al Hijo que el Padre manda a salvarnos, y lo mata, y no se arrepiente, puede ser nuestro hermano; porque está haciendo justamente lo contrario de la voluntad de Dios: que es aceptar a su Hijo, creer en él y seguirlo con amor para salvarnos.

 

Quien a Mí me rechaza, rechaza al que me envío….

San Pablo sacudió el polvo de sus pies contra los judíos por su necedad y se fue a los gentiles; es de estudiarse la claridad del Discurso de San Pedro en Pentecostés enrostrándoles al pueblo judío -no solo a los fariseos- su deicidio.

Hay también infinidad de Discursos de los Santos Padres, Doctores y Santos de la Iglesia, como así también de Papas, que hacen Tradición y Magisterio claros sobre la Escritura que también está totalmente clara.

Uno se hace la misma pregunta que Pablo VI cuando empezó a ver los frutos nefastos del II Concilio:

 

Como es posible que se haya llegado a esto?

 

Como es posible que se hayan afirmado incluso en el Catecismo aberraciones tan increíbles, que no solo contrarían frontalmente la Revelación, sino que contrarían y están contra la Historia y la realidad misma, y contra la lógica y el sentido común.

El progremodernismo, con infidelidad a la Verdad; suinquina a la Verdad; su insensatez y su espíritu prometeico puede llegar a eso; esa es la respuesta.

El progremodernismo y el espíritu del II Concilio Vaticano y no solo ese espíritu, sino sus textos mismos, encarnan justamente esa infidelidad y mentalidad babélica, humanista y prometeica, que San Pablo condena precisamente en la Epístola de hoy, pero también claramente en otras.

 

Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os he predicado, que vosotros habéis recibido, en el cual estáis firmes, y por el que os salváis, si lo conserváis cual os lo he anunciado, porque, de otra suerte, en vano habríais creído.

 

El que acepta novedades en el Evangelio, no se salva. Y el que las predica, es maldito.

 

Todo aquel que os predique otro evangelio, sea anatema!

 

Justamente hoy, la Novedad y la Sorpresa del espíritu, se han vuelto casi sentido común y dogma en la nueva iglesia concilio-neoparadigmática de Francisco…

 

Novedad, sorpresas….cambio, evolución, adaptación, aggiornamiento, modernización…

Caterva de caballos de troya conteniendo las tropas mas bárbaras e inmundas…

 

No hay sorpresas en cuanto a la Revelación. Cristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos de los siglos..

 

No hay otro Evangelio.

 

Cielo y tierra pasarán, pero mi Palabra no pasará..

 

Recordemos una vez mas: no hay salvación con doctrinas diferentes de las ya reveladas para siempre. No hay sorpresas ni novedades: son mentiras de Lucifer.

 

Vendrán falsos maestros en los últimos tiempos que dirán a los hombres ávidos de novedades y doctrinas nuevas, lo que quieren oír..

 

Dios es inmutable y su Palabra eterna también.

 

Una cosa es un desarrollo de Doctrina de un tema que estaba implícito pero armónico y acorde con la totalidad de la Revelación, como el Purgatorio y la Asunción de la Virgen, y otra es una infracción y contraposición frontal de una nueva doctrina contra la Doctrina ya afianzada. La negación frontal de la Verdad establecida por 1962 años no puede ser verdad ni un desarrollo.

La Verdad no cambia. La Verdad no se contradice a sí misma. 

Por lo que dice San Pablo y obviamente también primero Cristo:

Quien me ama, será fiel a mi Palabra.

Quien me ama, cumplirá los Mandamientos…

Insistimos que la Escritura es diáfana y clara sobre esto. También el Tradición, y el Magisterio de siempre. Desde 1962 se ha oscurecido esa claridad que siempre hubo en la Doctrina.

No existe ningún amor que se permita el manoseo, la tergiversación, la mutilación, el cambio, la adulteración, el vaciamiento de la Revelación cristiana. Eso es justamente lo contrario del Amor: eso es lo que hace el progremodernismo.

 

El amor a Cristo, como lo afirma Él mismo, nos hace ser fieles a su Palabra. Esta verdad de Perogrullo se ha oscurecido increíblemente desde 1962.

 

Para terminar, repitamos hoy la advertencia grave de San Pablo, y recordemos que solo la Verdad nos hace libres: ninguna mentira novedosa sirve mas que para perdición:

 

Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os he predicado, que vosotros habéis recibido, en el cual estáis firmes, y por el que os salváis, si lo conserváis tal cual os lo he anunciado, porque, de otra suerte, en vano habríais creído.

Y recordemos finalmente, ahora sí, lo que dice el Apocalipsis, libro de cierre y desenlace de la Revelación:

 

Quien quite algo a las Palabras de este libro, Yo le quitaré su lugar en el libro de la Vida….

 

 

NOTAS

 

 

 

 

 

 

 

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