Mensaje de Viganó a Francisco y los obispos en la jornada inaugural de la “cumbre” sobre “abusos”.
El Arzobispo Viganò envía un mensaje a Bergoglio y a los obispos en la jornada inaugural de la cumbre del Vaticano sobre abuso sexual
Vicente Montesinos
El arzobispo Carlo Maria Viganò ha escrito un mensaje dirigido a Francisco y a los presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo, que se han reunido hoy, 21 de febrero, en Roma, para la apertura de la llamada “cumbre” del Vaticano sobre el abuso sexual clerical.
Les ofrecemos el texto completo, traducido al español por adoracionyliberacion.com, de este nuevo intento de ser escuchado del Arzobispo Viganó, quien, a pesar de las dificultades, y hasta de hallarse escondido para poder preservar su vida, sigue insistiendo caritativamente para que la sana doctrina de la Iglesia vuelva al lugar del que nunca debió salir:
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No podemos evitar ver como un signo de la Providencia que usted, el Papa Francisco y los hermanos Obispos que representan a toda la Iglesia se han reunido el mismo día en que celebramos la memoria de San Pedro Damián. Este gran monje del siglo XI puso toda su fuerza y celo apostólico en renovar la Iglesia de su época, tan profundamente corrompida por los pecados de sodomía y simonía. Lo hizo con la ayuda de fieles obispos y laicos, especialmente con el apoyo del abad Hildebrand de la Abadía de San Pablo extra muros , el futuro papa Gregorio VII.
Permítame proponer para nuestra meditación las palabras de nuestro querido Papa Emérito Benedicto XVI dirigidas al pueblo de Dios en la audiencia general del miércoles 17 de mayo de 2006, comentando el pasaje del Evangelio de Marcos 8: 27-33 que Proclamamos en la misa de hoy.
Pedro debía vivir otro momento importante de su viaje espiritual cerca de Cesarea de Filipo, cuando Jesús les hizo a los discípulos una pregunta precisa: “¿Quién dicen los hombres que soy?” (Mc 8, 27). Pero para Jesús el rumor no fue suficiente. Quería de aquellos que habían aceptado involucrarse personalmente con él una declaración personal de su posición. En consecuencia, insistió: “¿Pero quién decís que soy yo?” (Mc 8, 29).
Fue Pedro quien respondió en nombre de los demás: “Tú eres el Cristo”, Es decir, el Mesías. La respuesta de Pedro, que no le fue revelada por “carne y sangre”, sino que le fue dada por el Padre que está en el cielo (cf. Mt 16, 17), contiene como una semilla la futura confesión de fe de la Iglesia. Sin embargo, Pedro todavía no había comprendido el profundo contenido de la misión mesiánica de Jesús, el nuevo significado de esta palabra: Mesías.
Él demuestra esto un poco más tarde, deduciendo que el Mesías a quien está siguiendo en sus sueños es muy diferente del verdadero plan de Dios. Se sorprendió por el anuncio del Señor de la Pasión y protestó, lo que provocó una reacción animada de Jesús (cf. Mc 8, 32-33).
Pedro quería que el Mesías fuera un “hombre divino” que cumpliría las expectativas de la gente al imponer su poder sobre todos: también nos gustaría que el Señor impusiera su poder y transformara el mundo instantáneamente. Jesús se presentó a sí mismo como un “Dios humano”, el Siervo de Dios, que trastocó las expectativas de la multitud al tomar un camino de humildad y sufrimiento.
Esta es la gran alternativa que debemos aprender una y otra vez: dar prioridad a nuestras propias expectativas, rechazar a Jesús o aceptar a Jesús en la verdad de su misión y dejar de lado todas las expectativas demasiado humanas.
Pedro, impulsivo como era, no dudó en apartar a Jesús y reprenderlo. La respuesta de Jesús demolió todas sus falsas expectativas, lo llamó a la conversión y lo siguió: “¡Atrás de mí, Satanás! Porque no estás del lado de Dios, sino de los hombres ”(Mc 8, 33). No es para que me muestres el camino; Tomo mi propio camino y deberías seguirme.
Pedro aprendió así lo que realmente significa seguir a Jesús. Fue su segunda llamada, similar a la de Abraham en Génesis 22: “Si alguien viene a buscarme, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mi causa y la del Evangelio, la salvará ”(Mc 8, 34-35). Esta es la exigente regla del seguimiento de Cristo: uno debe poder, si es necesario, renunciar a todo el mundo para salvar los valores verdaderos, para salvar el alma, para salvar la presencia de Dios en el mundo (cf. Mk 8 : 36-37). Y aunque con dificultad, Pedro aceptó la invitación y continuó su vida siguiendo los pasos del Maestro.
Y me parece que estas conversiones de San Pedro en diferentes ocasiones, y toda su figura, son un gran consuelo y una gran lección para nosotros. Nosotros también tenemos un deseo por Dios, también queremos ser generosos, pero también esperamos que Dios sea fuerte en el mundo y que transforme el mundo en un lugar, de acuerdo con nuestras ideas y las necesidades que percibimos.
Dios elige un camino diferente. Dios elige el camino de la transformación de los corazones en sufrimiento y en humildad. Y nosotros, como Pedro, debemos convertirnos, una y otra vez. Debemos seguir a Jesús y no ir delante de él: es él quien nos muestra el camino.
Así es como Pedro nos dice: crees que tienes la receta y que depende de ti transformar el cristianismo, pero es el Señor quien conoce el camino. Es el Señor quien me dice, quien te dice: ¡sígueme! Y debemos tener el coraje y la humildad de seguir a Jesús, porque él es el Camino, la Verdad y la Vida “.
Maria, Mater Ecclesiae , Ora pro nobis,
Maria, Regina Apostolorum , Ora pro nobis.
Maria, Mater Gratiae, Mater Misericordiae, Tu nos ab hoste protege y mortis hora suscipe .
+ Carlo Maria Viganò
Teta. Arzobispo de Ulpiana
Nuncio Apostólico
21 de febrero de 2019
Memorial de San Pedro Damián
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Francisco debe estar muy deprimido, pero no por lo que dice monseñor Viganó, que ha dicho toda la verdad en las cartas escritas hasta el presente sobre la corrupción vaticana relacionada con la homosexualidad, sino que el motivo de su depresión, está relacionado con que su amigo íntimo Nicolás Maduro, tiene la horas contadas en Venezuela.
Sin duda l preocupa más
Gracias Viganó, una vez más. Francisco sigue sin replicarte porque no puede hacerlo, faltaría a la verdad. Es un encubridor, de McCarrick y Zanchetta, entre otros, y la solución no puede venir de manos de los encubridores, por muy obispos y papa que puedan ser, cuyo lugar no son los solios pontificios y sedes episcopales, sino la cárcel, pues estamos hablando, no sólo de pecados, sino de delitos.
Parece que no tiene nada que ver, pero tiene todo. Una iglesia que se luteraniza es una iglesia que se envicia. Lutero no quería reformar nada. Quería casarse, banquetear y satisfacer sus sucias pasiones
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Realmente Lutero, al que nos presentan como un gran reformador no quiso reformar la Iglesia, ni nada pues ni siquiera podía reformar su desdichada y atormentada vida. Finalmente abandona la vida religiosa y se junta con una religiosa que había seguido su desdichada suerte.
El 13 de junio de 1525, Lutero se casa con Catalina de Bora, una monja que dos años antes se había fugado del convento de Nimbschen, cerca de Grimma, encontrando refugio en Wittenberg. El matrimonio con Catalina, 16 años menor que él, es contraído en contra del consejo de muchos amigos que veían en él la ruina de la Reforma. Así por ejemplo Felipe Melanchthon habla de un acto infeliz.
Lo peor es que una vez casado su conducta moral y enseñanza fue muy dañina y escandalosa. Lutero fue mal hablado, difamatorio – incluso obsceno. La mayoría de los historiadores declinaron imprimir su vil conversación. Su lema “Peca valientemente, pero cree más valientemente”, da la clave de su pensamiento. Aconsejó a sacerdotes y monjas que se casaran como lo había hecho él; instó al Estado a abolir todos los monasterios y conventos, y muchos Estados lo hicieron. Predicó que la castidad fuera del matrimonio es una abominación -que el voto de castidad es peor que el adulterio. Él aconsejó el concubinato y la inmoralidad a los maridos- también el divorcio y las segundas nupcias a voluntad del marido.
En su “Mesa de conversaciones”, habla en broma de sus relaciones sexuales con la madre de sus seis hijos. “Confieso, escribe,”que no puedo prohibir a una persona que se case con varias esposas, ya que no se contradice en las Escrituras. – Yo mismo no pude y no me abstendré de la impureza”.
Se cuenta que Lutero, cuando estaba con Catalina, le decía que contemplase el fuego de la chimenea, que mucho peor sería el del infierno que les esperaba.
Este ex monje atormentado renuncio por completo a una vida de virtud ante lo que creía que era un imposible para la naturaleza caída, no contaba con el poder de la gracia.
Realmente no quiso reformar nada en la Iglesia, sino casarse con una ex monja, dedicarse a banquetear y a satisfacer sus sucias pasiones.
https://www.hispanidadcatolica.com/2019/02/lutero-no-queria-reformar-nada-queria-casarse-banquetear-y-satisfacer-sus-sucias-pasiones/
http://www.catolicidad.com/2013/07/la-beata-sor-maria-serafina-micheli.html
LA BEATA SOR MARÍA SERAFINA MICHELI TUVO LA VISIÓN DE LUTERO EN EL INFIERNO
prueba
Viganó en otro lado dice que comenzó a ver la falta de disciplina en los seminarios en los 60s. Realmente hemos ido de mal en peor. Como todos decían que serían los tiempos apocalípticos. Vivirlos en la Fe con Esperanza.
Bergoglio, tiene vendas en los ojos, tapones en los oídos y un cierre en su boca. Por lo tanto no responderá. Ojo!!! No es que desconozca la situación, es que le gusta así, se siente cómodo en su rol terreno de Vicario de Cristo. Espera y verás… Nadie se burla de Dios.