SODOMA: El libro que TODOS esperan, y que yo NO pienso comprar

 

 

 

 

Vicente Montesinos

 

En una campaña de marketing profesional orquestada al más alto nivel, llevamos semanas recibiendo mensajes sobre la inminente publicación de Sodoma, el libro del frances Fradéric Martel, que supuestamente va a revelar grandes bombas informativas sobre la trama LGTBI en la jerarquía católica.

La inteligente campaña ha conseguido justo lo que quería: lo esperan los medios bergoglianos, con las uñas afiladas y los más grandilocuentes titulares preparados para defender a Francisco… Incluso, ya verán, para convertirlo en mártir defensor de esta causa. Que no hay nada mejor que convertir al verdugo en víctima, si falta hiciere, para la causa (Jose Manuel Vidal debe estar ya tomando notas…)

Pero también lo esperan los medios católicos supuestamente críticos con Bergoglio (los “lineas-media”, como dicen mis buenos amigos argentinos) para contar lo que cuentan otros y dejar caer esas cosas sobre el tremendo poder de la Mafia Rosa en el Vaticano, sobre las que algunos no nos cansamos de denunciar, y ellos no se atreven a decir; acostumbrados, a lo sumo, a los “pellizquitos de monja”…

Portales de los de un día critico a Bergoglio y al día siguiente saco a todo color una sinfustada del argentino como si fuera una gran obra de Pio XII y a todo color…

Blogs de los de bravuconada y lenguaje por tan próximo, soez, que critican a Bergoglio cuando le ha hecho algo a un obispo amigo (amigo del blogger, digo);  y que si han dormido mal igual dicen alguna palabra atrevida del “Santo Padre”, mezclando un “yo no digo nada, que a mi no me toca…” con un “yo ni le critico ni le defiendo”, y rollos macabeos similares…

Pues bien… Mientras todos… Unos y otros, esperan la “gran bomba”; les adelanto que yo, a SODOMA, ni lo ESPERO, ni lo pienso COMPRAR, ni mucho menos COMENTAR, más allá de este Editorial. Ya va bien con él el amigo Martel…

 

 

 

 

 

Y les ruego, mis queridos amigos,  que ustedes mediten sobre lo que ahora les voy a explicar, antes de proceder a comprarlo o dar excesivo bombo a lo que en él se publica (lo cual, por cierto, va a tener a los medios entretenidos una semanas, mientras las cumbres sexuales, las de la Amazonia, y las de cualquier cosa que sea destruir a la Iglesia desde el poder “francisquista”, siguen produciéndose…; pan y circo…)

Verán: el autor de Sodoma es un destacado activista LGBT francés, y la notoriedad del mismo, escasa hasta ahora, se debe básicamente a su ensayo “Global gay”, sobre el avance triunfal del movimiento gay en el mundo. No obstante, nada que ver en proporción con la enorme operación mediática de SODOMA, cuyo fin no es el nuestro. No es, y olvídense, sacar a la luz la Verdad, para sanar a la Iglesia Católica, como nos esforzamos en hacer cada día. No. Su fin no es otro que atacar a la Iglesia como la conocemos, y acabar con ella. Ataque que viene del mismo lobby gay; que si cuenta todo el entramado gay del Vaticano no es para denunciarlo. Lo exhibe como otra victoria. Y que además viene ayudado por jerarcas gays de dentro del Vaticano; que evidentemente, no le abren las puertas a Martel para salvar a la Iglesia de la homosexualidad, sino para afianzar la misma en ella, y convertir en natural y normal lo que a los ojos de Dios es antinatural y fuera de toda normalidad.

 

 

 

 

 

 

Martel es un activista LGBT destacado, y desde hace mucho tiempo está a la vanguardia del proceso de promoción y normalización de la homosexualidad. Luchó mucho por las uniones civiles, y las consiguió junto a sus conmilitones en 1999. Y lucho mucho por la legalización del matrimonio gay, y lo consiguió junto a sus conmilitones en 2013. Y ahora, un activista gay, y ayudado por gays de dentro del Vaticano… ¿es el que nos tiene que marcar la agenda de lectura y comentario a los católicos fieles en nuestra lucha por extirpar de la Iglesia el mismo cáncer del lobby lgtbi que tanto daño esta causando?

¿Pero qué me están contando?

¿Ustedes creen que cuando nosotros contamos todo lo que descubrimos sobre la homosexualidad y los abusos sexuales en la Iglesia, que en su mayoría son homosexuales, y perpetrados a jovencitos, ya no tan niños; tenemos el mismo fin que este líder lgtbi? ¿Acaso no buscamos nosotros acabar con la jerarquía corrupta, inmoral, pro-lgtbi y encubridora de abusos en la Iglesia, para devolver a Cristo su Iglesia santa; mientras que esta gente busca acabar con ella? ¿Creen que Adoración y Liberación va a caer en la trampa, en la que ya han caído la gran mayoría de medios católicos, de dar publicidad y dinero a este lobby por medio de este libro, solo para denunciar por boca de otros lo que no se atreven ellos a denunciar?

Y además…; pincho de tortilla y caña a que el tal SODOMA no nos va a descubrir nada que no sepamos.

¿Pero tiene que venir este señor a contarnos que el Vaticano de Bergoglio es SODOMA y GOMORRA? ¿Que no lo sabemos? ¿Que no lo denunciamos cada día; para bien de Cristo, de la Iglesia y de las almas?

¿Voy a colaborar yo con un señor y su grupo que lo que desean con este libro es ATACAR A LA SANTA MADRE IGLESIA, MI MADRE? ¿Para qué? ¿Para conseguir lectores? No es nuestro objetivo. ¿Para poder atrevernos a decir lo que de normal nos da miedo decir? NO nos da miedo decir nada. No. Martel. No. SODOMA yo, no.

 

 

 

 

 

 

El gravísimo problema de la extensión de la homosexualidad en la Iglesia, lo conocemos, lo denunciamos, y ha sido más que documentado y revelado, y además con el mismo fin que nos mueve, el de LIBERAR a la Iglesia Católica de esta lacra,  por el valiente y veraz testimonio del arzobispo Carlo Maria Viganò, y ha sido analizado de forma muy documentada por estudiosos como el Padre Andrzej Kobyliński, y por portales como el nuestro; estudios de alta altura como el del valiente polaco, y humildes, como los de Adoración y Liberación, siempre despreciados por la prensa. La de fuera y la de dentro. Prensa (la de fuera y la de dentro) que justamente va a recibir haciendo palmas con las orejas las supuestas exclusivas de Martel; que no son tales, y que además, no buscan la verdad. En absoluto.

Lo que el activista gay quiere es demostrar una tesis ideológica, que es lo que le interesa; y para ello usará la táctica de siempre, como hemos podido comprobar en todos los pre-documentos y pre-lanzamientos del libro en sí: sugerir, insinuar, calumniar y denigrar. Nada más. E insisto. Nada que no sepamos.

Además, y como hemos podido conocer, por si les faltaban datos para fiarse o no de esta publicación, les digo otra: quien ha abierto las puertas del Vaticano para que Martel campe durante semanas y semanas por dentro de él; se aloje, entreviste, se junte y arrejunte, vea, fabule y descubra, no es otro que Monseñor Battista Ricca, de quien bien podríamos decir aquello de  “prelado del lobby gay”.

Como el propio de Mattei nos adelantaba; Martel diría: «Me indica minuciosamente cómo puedo pasar el control de los carabineros, y luego de la Guardia Suiza. Me cruzaré con frecuencia con este prelado de ojos vidriosos, francotirador cercano a Francisco que ha conocido la gloria y la caída en desgracia. Será a él a quien deba, como veremos, haberme podido instalar en una de las residencias vaticanas». El autor cuenta que pasaba una semana al mes en Roma, «alojándome asiduamente al interior del Vaticano gracias a la hospitalidad de altos prelados que a veces se mostraban como del gremio. Unos cuarenta cardenales y cientos de obispos, monseñores, sacerdotes y nuncios aceptaron encontrarse conmigo. Entre ellos, homosexuales reconocidos, presentes cada día en el Vaticano, que me han ayudado a entrar en su mundo de iniciados».

¿Qué me dicen? ¿Vamos a fiarnos de lo que cuenta un activista gay, al que han acogido los prelados y sacerdotes gays del Vaticano para que extienda que el Vaticano es gay y así dar normalidad a esta barbaridad, que no es más que lo que pretenden?

¿Por publicar que el padre tal es gay o que Monseñor tal tiene novio, y dos detalles más, que, sinceramente, me la traen sin cuidado, cuando conocemos de sobra que el lobby lgtbi está acabando con nuestra Iglesia con la aquiescencia de Francisco, vamos a dar publicidad a este enemigo de Cristo?

Pues bien, por si les quedaba alguna duda acerca de la conveniencia de dar pábulo a este libro (sobre el que insisto, estoy seguro de que casi el 100% de cosas que diga serán verdad, tan seguro como que casi ninguna que no conozcamos, y tan seguro como que su fin es con esa “verdad” instalar a la Mafia Rosa definitivamente y de forma oficial al frente de la Esposa de Cristo, y acabar con la Iglesia de Cristo como la conocemos, al menos hasta hace unos años), les contaré una última primicia.

Me la adelantaba en privado hace unos días un santo sacerdote muy bien relacionado con los pocos santos que pululan por Roma ya. Y de buena tinta me podía decir en primicia que en este libro sobre “SODOMA”, el autor, en un capítulo entero dedicado al Cardenal Burke (ya me dirán que tiene que ver), al que hace blanco de sus ataques más feroces (¿vamos entendiendo el fin del libro?); le acusa por condenar de manera firme la homosexualidad… Y a la vez… SOSTIENE LA TESIS DE QUE BURKE ES HOMOSEXUAL. Como les digo. Y si no, ya lo verán. ¿Cuál es la prueba que presenta al respecto? Agárrense. Que “tras cada homófobo hay un homosexual”. Y arreglado. Evidentemente, y como no puede demostrar nada acerca de la homosexualidad de Burke (calumnia donde las haya y bajeza donde las haya), me decía el reverendo padre que se dedica a criticar su apartamento cardenalicio (que no tiene nada de especial), y acabar por concluir en que… “recuerda Burke a un travestido”. ¿Qué les parece? ¿Riguroso, eh?  Y todo ello mientras presume de que uno de sus principales informantes es el jesuita Spadaro (uno de los amigos de Francisco), quien le cuenta, amigablemente, que Burke encabeza la rebelión contra Bergoglio.

Al final, y en lo que se supone que es una denuncia, ya les adelanto como acabará el libro: defendiendo a Francisco por su esfuerzo reformista y su defensa de la libertad de expresión. Que si Francisco ha dicho “gay”, que si es favorable al  movimiento, que si ha recibido a los transexuales, que si “quién soy yo”… Y lo necesario que era quitarse del medio a Benedicto (lo cual por cierto consiguieron) para que la Iglesia camine hacia la libertad (o libertade) y fraternidad (o fraternidade).

Más de lo mismo.

Así que, resumiendo: un libro escrito por un activista gay; apoyado por el lobby gay, facilitado por los jerarcas gays del Vaticano, defensor sin duda de la línea de Francisco en el tema gay, insultante con los fieles obispos defensores de la doctrina, y decididamente enfocado a acabar con el último bastión en la defensa de la moral contra la dictadura lgtbi y de género, que es (o era) la Iglesia Católica… ¿voy a leerlo, comentarlo, y difundirlo?

No.

No; y aunque cuente cosas de las que me gustaría hablar.

No.

Porque de ellas ya hablamos muchas veces, para desde la ADORACIÓN al Señor, contribuir a la LIBERACIÓN de la Iglesia.

No.

Porque al contrario que los medios “línea-media”; no vamos a aliarnos con los enemigos de la IGLESIA. Nunca.

Nos bastamos y nos sobramos sus hijos amantísimos para decir sin miedo la VERDAD, justamente en su defensa.

No para pregonar una supuesta verdad, por muy morbosa que sea, cuyo fin es acabar con Nuestra Santa Madre.

En esa batalla que no nos busquen.

Ahí ya están los que no se atreven de normal a contar las cosas por sí. Ahora podrán hablar “por boca de Martel”…

 

 

 

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