Arrecia la persecución de lo católico en la Iglesia. Les rogamos tomen conciencia del caso Dwyer

EN MICHIGAN, ESTADOS UNIDOS, un Obispo retira a un sacerdote de su parroquia por causar «división»;  al utilizar incienso, campanas y cantos tradicionales. Para el obispo Walter Hurley; el sacerdote Edwin C. Dwyer causa «división» porque elogia e introduce prácticas litúrgicas católicas tradicionales.

 

 

Vicente Montesinos

 

 

 

 

 

 

 

Como informaron nuestros compañeros de LifeSiteNews, el obispo Walter Hurley, de 81 años, en la actualidad administrador apostólico de Saginaw, retiró al padre Edwin C. Dwyer el pasado 29 de enero de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz en Bay City, MI.

Comprobando la vertiginosa caída en la asistencia a la misa en su diócesis, y el alza imparable de los sacramentales católicos tradicionales entre los jóvenes, Dwyer anunció en diciembre que reintroduciría aspectos tan distintivamente católicos en una de sus misas (en esa ocasión ponía como ejemplo el uso del incienso, al parecer un peligro para el anciano Obispo)

Dwyer pidió a sus feligreses que notaran que pocas personas en los bancos tenían su edad, 36 o menos. Destacando la importancia de los jóvenes para el futuro de la Iglesia, Dwyer dijo que quería hacer todo lo posible para «envalentonar» a los católicos más jóvenes y atraer a los jóvenes no católicos a la fe.

Con un discurso bien fundado, sin prejuicios progres ni modernistas de los que están acabando con la Iglesia; y valiente, manifestó el sacerdote en las redes sociales que “las llamadas antiguas tradiciones son muy populares entre los católicos más jóvenes…. Las oraciones, las campanas, los himnos clásicos, el canto, el silencio prolongado…” – afirmó.

Proseguía el Padre Dwyer en su explicación: «Además, cuando los jóvenes no católicos experimentan estas tradiciones, se sorprenden por lo diferentes que son de todo lo que experimentan en una cultura secular y ruidosa. Estas “viejas formas” son hermosas para ellos, y la belleza es una gran oportunidad para presentar a los jóvenes a Jesucristo». Dwyer luego anunció que iba a restaurar la belleza los domingos en la Iglesia.

«Vamos a hacer hermoso el domingo en Nuestra Señora de la Paz. Eso no quiere decir que no sea ahora». «No tengo nada más que respeto por todos los que ayudan con nuestra celebración, pero vamos a hacerlo más hermoso con la tradición», explicó.

«Vamos a mirar y escuchar, y seremos muy diferentes al resto del mundo los domingos». «Será una experiencia religiosa que, al menos, será memorable para los jóvenes que la encuentren», continuó.

El sacerdote observó que los cambios que ya había hecho habían tenido un positivo impacto entre los fieles, hoy sedientos de liturgias católicas verdaderas; y no de las pantomima protestante en que se ha convertido la liturgia Novus Ordo en gran parte de los lugares;  y manifestó: «No he estado aquí mucho tiempo, pero la gente me dice que se están dando cuenta de que hay más familias jóvenes y niños que oran. Y si la iglesia no está orando, la iglesia se está muriendo».

Al parecer, las propuestas del Padre Dwyer hallaron resistencia en unos pocos feligreses, más maduros de edad (que no de olfato católico, desde luego), mientras que eran recibidas con alegría por la juventud, hoy más libre y menos contaminada que sus padres en el modernismo ramplón postconciliar.

Tal fue el ruido armado por esas personas que desaprobaban que el padre usara la sana liturgia, que llegaron hasta el Ayuntamiento, el pasado 21 de enero, para quejarse, y faltar el respeto de forma bochornosa al Padre Dwyer. Incluso alguno de ellos se manifestó contra el padre, porque “el padre Dwyer está contra el aborto”.

Tras esta reunión del 21 de enero, el Obispo Hurley retiró a Dwyer de su puesto de capellán en la Universidad Estatal de Saginaw Valley.

Y en el colmo del revanchismo más horrendo, cuando los estudiantes protestaron por la remoción de su capellán;  el 31 de enero, Hurley anunció que Dwyer también abandonaría su papel de administrador de la parroquia.

El Obispo Hurley declaró por carta que la «liturgia» estaba dividiendo a la «comunidad parroquial».

Reflexionando sobre la controversia en que se encontraba la diócesis, el obispo dijo que había decidido destituir al joven pastor.

“He retirado su asignación actual como Administrador Parroquial, a partir del 8 de febrero de 2019. La Diócesis se hará cargo de su salario y vivienda”, escribió Hurley.

 

 

Como ha informado Church Militant, además, y por si faltaba poco; Dwyer ha sido ubicado en una casa de retiro en uno de los barrios más peligrosos de Saginaw; un lugar conocido por las drogas, la prostitución e incluso los asesinatos. «Tan notoria es la violencia que el actual administrador pastoral de Holy Family ni siquiera vive en la casa de retiro, sino fuera del lugar», informa CM. Pues bien, allí, donde ni los sacerdotes de la zona viven, han enviado a vivir al Padre Dwyer.

 

 

Como ha informado Church Militant, además, y por si faltaba poco; Dwyer ha sido ubicado en una casa de retiro en uno de los barrios más peligrosos de Saginaw; un lugar conocido por las drogas, la prostitución e incluso los asesinatos. «Tan notoria es la violencia que el actual administrador pastoral de Holy Family ni siquiera vive en la casa de retiro, sino fuera del lugar», informa CM. Pues bien, allí, donde ni los sacerdotes de la zona viven, han enviado a vivir al Padre Dwyer.

El obispo Hurley está recibiendo infinidad de correspondencia de católicos indignados por el trato injusto a un sacerdote culpable, únicamente, de desear hacer que la celebración y la adoración del domingo y el catolicismo sean más atractivos para los jóvenes, volviendo a las fuentes y a la tradición.

No actuó al parecer Monseñor Hurley con tanta dureza en otros casos; ya que fue acusado de proteger a abusadores sexuales en la Arquidiócesis de Detroit antes de ser nombrado Obispo de Grand Rapids.

Muchos católicos se movilizan por el Padre Dwyer, especialmente para pedir oraciones.

«Por favor oren por el Padre. Eddie Dwyer», manifiesta un fraile carmelita en las redes sociales. «Es un sacerdote de mi diócesis que ha sido removido de varias asignaciones parroquiales debido a sus esfuerzos. Lo conozco desde hace años. Él es un sacerdote amoroso. Su trabajo en la universidad realmente ha impactado en muchas vidas para mejor».

Adoración y Liberación no va a dar la espalda al Padre Dwyer, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para detener esta injusticia; que lo será, convendrán conmigo, venga del Obispo, o del Papa de Roma. Por supuesto también haremos llegar especialmente este artículo a nuestros queridos reverendos padres conocidos; para que recen por su hermano en el sacerdocio; si es que no pueden hacer nada más.

Y porque hasta el cielo no paramos… ¡que Dios les bendiga!