Comienza el juicio contra el Cardenal Barbarin, arzobispo de Lyon

El cardenal Phillipe Barbarin, arzobispo de Lyon, se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Tribunal Correccional de esa ciudad por presuntamente haber silenciado los abusos sexuales cometidos hace más de 25 años por el padre Bernard Preynat, quien abusó de niños ‘boy scouts’ durante años.

“Nunca he intentado esconder, mucho menos encubrir estos hechos horribles“, se defendió el cardenal Barbarin en el primer día de juicio. Es el religioso francés de más alta jerarquía juzgado por ocultar casos de pederastia y se sentará en el banquillo junto a otros cinco acusados de encubrimiento. Barbarin mantuvo hasta agosto de 2015 a Preynat al frente de la parroquia de Saint-Foy-lès-Lyon, pese a que presuntamente conocía desde hacía años los abusos.

Está previsto que el juicio por “no denuncia de delitos sexuales” y “no asistencia de persona en peligro” dure hasta mañana miércoles. Si Barbarin, al frente de la diócesis de Lyon desde 2002, es declarado culpable, podría ser condenado a cinco años de cárcel y una multa de 75.000 euros.

Los otros cinco acusados son ex miembros de la diócesis de Lyon, entre ellos Maurice Gardès, actual arzobispo de Auch, y Thierry Bac de La Perrière, obispo de Nevers. El cardenal español Luis Ladaria Ferrer, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, estaba también entre los acusados, pero no será juzgado porque el Vaticano rechazó que compareciera ante la justicia francesa. Los denunciantes acusaban al español de complicidad, pues en 2015 aconsejó a Barbarin, según la prensa local, que apartara discretamente al sacerdote de su puesto para “evitar todo escándalo público”.

Hace tres años, varias víctimas, ex niños ‘boy scouts’, denunciaron por abusos al padre Preynat, unos hechos que habrían ocurrido entre 1986 y finales de 1991. El sacerdote, de 72 años, se encuentra a la espera de juicio y está previsto que el proceso comience este año.

Algunas de las víctimas, que crearon la asociación Parole Liberée (Palabra Liberada), son también las denunciantes de Barbarin por encubrimiento. “Ponemos de manifiesto la responsabilidad de la diócesis de Lyon que protege desde hace 25 años a un pederasta“, denunció François Devaux, cofundador de la asociación.

En 2016, la Fiscalía de Lyon abrió una investigación preliminar contra la jerarquía eclesiástica por silenciar los abusos, pero después de varios meses de investigación archivó el caso al considerar que los hechos habían prescrito y que no había pruebas de que el cardenal ocultara los casos de pederastia.

Pese al revés judicial, nueve de las víctimas lanzaron un procedimiento de citación directa, que en Francia permite a una víctima recurrir directamente a un tribunal penal, para lograr que el cardenal se explique ante la Justicia.

Una de las cuestiones claves del juicio será saber cuándo se enteraron el arzobispo de Lyon y los otros cinco miembros de la iglesia francesa de los abusos cometidos por Preynat, y si no hicieron nada por apartarlo de su puesto, ya que siguió hasta 2015 en contacto con menores.

El cardenal Barbarin sostiene que nadie le informó sobre los abusos cometidos por el sacerdote cuando se puso en 2002 al frente de la diócesis de Lyon. Tampoco pudo dar una fecha de cuando oyó “rumores” sobre el comportamiento del sacerdote.

En 2016, el Arzobispo de Lyon provocó la polémica en Francia cuando aseguró refiriéndose a este asunto durante una asamblea de obispos que “gracias a Dios” la mayoría de los hechos habían “prescrito”. “En el pasado no siempre he sabido emplear las palabras mejores y más hábiles“, reconoció el cardenal, en el primer día de juicio.