El fariseo de hoy es el “progre-modernista”

Juan Donnet

 

 

 

 

La característica del Fariseo, como es sabido, es buscar, no la Gloria ni la aprobación de Dios, sino la “gloria que dan los hombres”; la aprobación del mundo, el “respeto humano”. Esto incluido en el vacío interior y la búsqueda de la “Apariencia”; la Hipocresía consumada; no vivir algo en plenitud, sino aparentar algo que no se es.

El Fariseo antiguo, como sabemos, era “legalista”; pero un legalismo sin Dios; una interpretación torcida de la Escritura, con agregados espureos, muchas veces para su propia conveniencia incluso material y monetaria (Mc 7). Es decir, verdaderamente no conocen la Escritura, sino una versión tendenciosa y mentirosa de ella. No conocen a Dios, como se los reprocha con energía Cristo; son hijos del Diablo, les dice literalmente.

Esa apropiación del “conocimiento” que creen que tienen, y de Dios mismo, les hace creer que son mejores que todos los demás, y desprecian a todos: esa turba que no conoce la Ley son unos malditos.

Pero hay que recalcar; su “religiosidad” es una mentira; es puramente ritual y externa; su “conocimiento” de la Escritura y de Dios es falso; su hipocresía es manifiesta. Serios, altaneros, adustos, aman ser venerados por el mundo: la gloria que buscan es la que da el mundo. No aman ni a Dios ni al prójimo, como se los dice Cristo; es decir, no cumplen nada en definitiva; solo ritos exteriores aparentando piedad.

Hoy esta especie sigue existiendo. Sí. Las mismas características principales: la búsqueda desesperada de la “aceptación” del mundo y “la gloria que dan los hombres”; la figuración como “buenos” y un aire “religioso” particular; la genuflexión obscena ante los poderes mundanos para ser “aceptados” y formar parte de ellos.

Pero tienen algo distinto; ya no son “legalistas”; atados a una supuesta “ortodoxia”, sino todo lo contrario: hoy es distinto: hay que estar “a la altura de los vientos del mundo”; hay que “ser modernos”.

Obviamente la fidelidad a Dios no interesa ni se conoce; lo que importa es la “fidelidad al Mundo” (Rhaner). Ya no son mas serios y austeros; hoy sonrientes, “abiertos”, “inclusivos”, “tolerantes”….”insertados en la realidad del mundo” (esto quiere decir que lo único que les interesa es el aplauso del mundo).

Detestan el “legalismo”: léase: detestan la Ley de Dios, la Verdadera; desprecian la Palabra y los Sacramentos, a los que ven como ritualismo “símbólico”; detestan la Verdad; detestan al Verdadero Cristo; y se han construido uno políticamente correcto según lo que el Mundo -su Dios- manda hoy: infinitamente sonriente, tolerante, “misericordioso sin condiciones”, “inclusivo”, “No discriminatorio”, “universalista”, “abierto”…..es decir han tomado conceptos positivos venidos del cristianismo, los han vaciado de todo contenido bueno y los han rellenado de sustancia idolátrica de adoración inmanente, del hombre por el hombre.

En definitiva su “Cristo”, “el de la Historia” no el de la vetusta Fe, es un fantoche buenista que tolera todo y acepta todo -menos la Verdad y la violencia -al menos en algunas de sus manifestaciones- que no predica diferencia entre el pecado y la santidad, el Bien y el Mal, la Verdad y la Mentira….aborrece el mismo concepto de Verdad, del que dice ser “obsoleto”, cavernario y conflictivo, y proclama un ecumenismo irenista relativista donde todo entra menos la Verdad.

Ahora los conceptos de Verdad, Caridad verdadera, Santidad, son reemplazados por “sonrisa”, “abrazo”, “cercanía”, “Misericordia”, “inclusión”, “tendido de puentes”, “aceptación”……todo lo cual, obviamente les granjea el aplauso del mundo y los bautizados lights debido a la laxitud absoluta de la nueva “Fe” updateada y upgradeada; bien a la altura de los tiempos; de los vientos del mundo; políticamente correcta según el Príncipe de este Mundo….En fin, son altamente funcionales a la “Religión Unica” del Nuevo Orden Mundial inicuo que se avecina, a la consumación del “Misterium Iniquitatis”.

Y estos fariseos de hoy se sienten superiores debido al aplauso obtenido y a la aceptación del mundo; satisfechos de ser elegidos “por la mayoría”, y anatematizando como “fanáticos”, “antiguos”, “ultramontanos”, “reprimidos”, “violentos”, “conflictivos”…a los verdaderos fieles de la Verdad de Cristo.

Figuran ser humildes y hacen gestos y sonríen para engañar a la gente y ser aplaudidos y aclamados: allí está su Gloria.

Son mil veces más hijos del Diablo que sus pioneros “legalistas”, porque hoy están mas “evolucionados”, “actualizados” y “mejorados”, como primicias “del Mundo.

Pero el Señor ve todo y sabe quién es quién.

Perseverar contra corriente, muchas veces en soledad y difamados, es el destino del verdadero fiel católico de hoy: la Gloria no viene del Mundo, sino de Dios. El Juicio radical al final mostrará la bajeza de los ruines hipócritas y dará la aclamación verdadera, la que viene de Dios, a los verdaderos fieles.

 

 

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