Firma invitada: Preguntas de una católico del siglo pasado (sobre cosas que comenzaron el siglo pasado)

Para limpiar la Iglesia, no necesitamos la máquina del tiempo, sino la santidad.

La corrupción moral en la Iglesia ciertamente no nace en nuestro tiempo, sino que viene de lejos y tiene sus raíces en la falta de santidad.

Alessandro Gnocchi, quien de las páginas de Riscossa cristiana sigue y comenta los acontecimientos de la Iglesia con pasión y honestidad intelectual, es una de las pocas voces que pueden juzgar la crisis actual según una perspectiva histórica. Al hacerlo, explica que lo que Monseñor Viganò ha revelado al mundo sobre la situación actual tiene un precedente: la denuncia de Emanuele Brunatto, el primer hijo espiritual del Padre Pío.

Volver a esos hechos significa sumergirse en una realidad que muchos fieles católicos preferirían no ver y no saber. Sin embargo, es necesario. En el momento de Benedicto XV y Pío XI, la corrupción moral dentro de la Iglesia no solo era generalizada, dice Alessandro Gnocchi, sino superior al presente. Por eso el argumento de que la ruina comenzó con el Concilio Vaticano II no se sostiene. En realidad, la ruina nace cada vez que la santidad no se pone en primer lugar. Y esto se aplica a todos los tiempos. Tampoco se puede sostener que sea suficiente para salvaguardar la doctrina correcta para tener una buena Iglesia.

En la entrevista que proponemos aquí, Alessandro Gnocchi elabora sobre los temas básicos contenidos en su ensayo Padre Pio, crucificado por la Iglesia de los Anticristos (Novela Infernal) , un texto

( https://www.riscossacristiana.it/padre-pio-anticristi-romanzo-infernale-di-alessandro-gnocchi/ )

Eso puede dejar consternado, pero hay que leerlo.

Como explica Alessandro, los estigmas del Padre Pío fueron tomados en serio no solo por los anfitriones de devotos devotos, sino también, y quizás sobre todo, por los sirvientes del Enemigo, quienes entendieron muy bien su significado. De ahí la persecución que golpeó al fraile desde dentro de la Iglesia. Una lección más que nunca actual.

Aldo Maria Valli Del libro blanco de Emanuele Brunatto y, sobre todo, de la Carta a la Iglesia y los Anticristos en la Iglesia de Cristo , surge un cuadro que no es muy denso. Resulta que en la parte superior de la Iglesia, en ese período entre los años veinte y los treinta del siglo pasado, la corrupción moral era profunda, rampante, obstinada. De ahí la verdadera razón de la persecución del fraile estigmatizado, Alter Christus en una Iglesia de Anticristos. ¿Es correcto este resumen?

Alessandro GnocchiEsto es precisamente lo que sucedió en esos años resumidos con la menor cantidad de palabras posibles. Lo pensé un par de semanas antes de decidir contar lo que descubrí al leer los documentos y las reconstrucciones que Brunatto dejó de lado, quien, como debe recordarse, fue el primer hijo espiritual del Padre Pío. Al principio pensé en dejar todo en silencio, también porque el Padre Pio le dijo a Brunat que no publicara ese material, ni siquiera con el propósito de obtener su liberación. Entonces me di cuenta de que la carta en la que el Padre pedía silencio no estaba escrita libremente y comencé a cambiar de opinión. Pero lo que definitivamente me convenció es la observación de que lo que has revelado al mundo gracias al memorial de Monseñor Viganò ya estaba en el archivo de Emanuele Brunatto.

Entonces, me dije a mí mismo, ¿por qué Bergoglio y Benedicto XV y Pío XI no? La noticia fue la misma y el trabajo me dijo lo que tenía que hacer. Además, debo confesar que no puedo soportar toda esa plétora de “tradicionalistas” de que el mundo era perfecto hasta la medianoche del 10 de octubre de 1962 y luego el Vaticano II vendría a destruir todo. Del mismo modo que no me parece honesto argumentar que, tal vez, la plaga y los untori estuvieron activos incluso antes del Concilio Vaticano II, pero solo fuera del perímetro leonino. Según algunos comentaristas, incluso más adelante en el análisis, el desastre dependería de una renuncia al ejercicio de la autoridad: ¿pero por qué? desde cuando Creo que, en lo que respecta a la Iglesia católica, el problema no está en la renuncia al ejercicio de la autoridad, sino en la renuncia a la santidad por la autoridad.

AMV ¿Cuáles fueron las características distintivas de la degradación moral reportada por Brunatto?

AG Puede resumirse en un solo concepto: corrupción. La corrupción moral, con la propagación de la práctica homosexual y la dominación del lobby homosexual, que ha alcanzado el trono papal. Les puedo asegurar que el pontificado de Benedicto XV es simplemente atroz desde este punto de vista. Pero bajo Pío XI la situación no cambió. Evidentemente, la infección vino de muy lejos y, como también se pudo reconstruir, cuidando las revelaciones de Viganò, llegó muy lejos. Y llegará muy lejos. Se ocupa de la corrupción de la vida eclesial, de la mercadería de oficios, carreras, favores, compromisos y, por supuesto, dinero. Entonces llegamos a la corrupción de los hombres, que han practicado esta abominación al hacer un escudo del nombre de Cristo.

AMV Pero, uno podría señalarles, la predicación de la buena doctrina nunca ha fallado en esos años …

AG Formalmente, también se puede intentar apoyar esta tesis, que sin embargo es una falsa historia. Este, para mí, es el punto más doloroso, porque yo también había caído en la trampa de la ecuación “buena doctrina igual buena iglesia”. Los hechos nos muestran que este no es el caso. Entre los vicios de la Iglesia católica está el formalismo vinculado a un exceso de mentalidad legal. Simplemente indique la letra correctamente para guardar cualquier práctica. De esta manera, hemos llegado, y no por un siglo, a una Iglesia fundada en la ley canónica en lugar del Evangelio.

Cuando no tenemos la santidad como nuestro primer objetivo, terminamos sobornando todo lo que viene después, simplemente todo. La buena doctrina se proclama sólo para hacer la guerra a los adversarios. Pero cuando la doctrina se usa como un arma, siempre se adapta a la guerra y, por lo tanto, se altera. Comenzamos por considerarlo bajo un aspecto nuevo e instrumental, y terminamos encontrando uno nuevo, quizás más efectivo, pero nuevo en nuestras manos. Sin mencionar que si lo usas para hacer que la guerra se pierda, la doctrina sucumbirá junto con los perdedores.

Les aseguro que esto es lo que sucedió en los años de los que estamos hablando, que involucran nombres que yo consideré cristalinos solo porque apliqué la ecuación del mal “buena doctrina igual buena iglesia”. Así es como llegamos a la famosa medianoche del 10 de octubre de 1962. Si no hay fe, si no hay santidad, estos son los resultados: la buena doctrina manejada por una persona corrupta es tan buena como la mala doctrina manejada por una persona intacta.

AMV ¿Por qué se consideraba al Padre Pío, que era básicamente muy periférico a las potencias del Vaticano, como un enemigo peligroso y, por lo tanto, a ser desacreditado y derrocado?

AG Hay muchas razones y están en diferentes niveles. Partiendo de lo humano, creo que la corrupción naturalmente odia la pureza: si no puede usarse para sus propios fines, la elimina. En el caso del padre Pío esto sucedió. El clero local, asqueroso a la médula, recurrió al obispo igualmente corrupto de Manfredonia, que se refugió en el lupanar romano, donde sus protectores estaban entrelazados. Aquí se reconstruyó la cadena que persiguió al Padre Pío.

Pero también hay un plan sobrenatural, en el que hay una guerra a menudo invisible y casi siempre indescifrable para nuestros ojos. Los estigmas del Padre Pío eran una señal para los buenos cristianos, pero también entendían muy bien a los sirvientes del Enemigo. De hecho, fue precisamente este último quien se lo tomó en serio y realmente entendió su alcance. Es por eso que intentaron desacreditar al primer sacerdote estigmatizado de la historia alegando que era un mentiroso histérico, o apoyando la devoción por el rotograbado popular que prosperaba a su alrededor.

Finalmente, creo que alguien de la banda de canallas que hizo la guerra al Padre comprendió, o al menos intuyó, la verdadera naturaleza de su misión, que consistía en salvar el sacerdocio de Cristo de la corrupción de quienes tendrían que transmitirlo y conservarlo en su totalidad.

AMV En Roma, Brunatto también encontró el apoyo de importantes eclesiásticos. ¿Qué significa esto?

AGHubo tres personas que siempre apoyaron a Brunatto en la defensa del Padre Pío: el secretario de Estado cardenal Pietro Gasparri, el secretario de la Oficina del Santo Cardenal Rafael Merry del Val y don Luigi Orione. Se sabe con certeza que Don Orione estaba al tanto de la misión confiada por el Cielo al Padre Pío por una revelación divina recibida durante la celebración de la misa. No sé cuánto supieron Gasparri y Merry del Val, pero ciertamente entendieron que defender al fraile solitario en San Giovanni Rotondo también significaba luchar contra la corrupción romana. Los dos cardenales obtuvieron solo resultados marginales, de lo contrario no habríamos llegado a lo que vemos hoy. Creo que esto se debe a un vicio típicamente romano, que muchos intercambian en virtud: el respeto formal de la institución. En un primer momento, Gasparri y Merry del Val imploraron a los pontífices para evitar citas cardinales escandalosas. Luego, al no haber obtenido nada, decidieron presentar pruebas incontrovertibles sobre la moralidad de los dignatarios eclesiásticos en el olor de cardinalato para presentarlos a los papas para que comprendieran que no podían continuar con su intención. Pero, al hacerlo, siguieron siendo, por saludables que fueran, los engranajes de un mecanismo vicioso capaz de moler todo.

Además de esto, con la conveniencia de quienes juzgan la historia, creo que fue un pensamiento miope restaurar al podrido romano simplemente evitando algunas citas u obstaculizando algunas carreras. Mi razonamiento también puede ser considerado subversivo y antiinstitucional, pero estos son los hechos. No es casual que el único que haya obtenido el resultado preestablecido haya sido Brunatto, cuando se mostró decidido a ir hasta el final con la publicación de lo que había descubierto. Y esto sucedió dos veces, con la primera y segunda persecución del Padre Pío.

AMV Llegamos a nuestros tiempos. ¿Qué es ahora una historia lejana que nos enseña?

AG Lo que nos sorprendió hoy tiene raíces muy profundas y conocerlas no es suficiente para detenernos a principios del siglo XX. También nos enseña que el miedo institucional es una cadena que debe romperse. ¿Cuántos pontificados escandalosos todavía tendrán que azotar las almas de los cristianos antes de que alguien levante la cabeza con orgullo?

Pensé mucho en la decisión de Monseñor Viganò de contarle al mundo la conducta perversa de Roma, sus motivaciones, los tiempos en que lo hizo, pero aquí tendría que responder a mis preguntas. Lo que puedo decir es que Monseñor Viganò ha implementado lo que Emanuele Brunatto solo había amenazado con hacer. La sacudida fue de una magnitud inimaginable, pero temo que la institución tendrá, una vez más, lo mejor de la verdad de los hechos y de la Verdad de la fe. Solo deja que Bergoglio te invite a rezar el Rosario y rezar a San Miguel Arcángel y poner a todos en la bolsa. Esto significa que el llamado pueblo de Dios se ha convertido en un pueblo como todos los demás, el ideal para un poder inicuo y autorreferencial.

También creo que todo lo que he dicho debe hacernos reflexionar sobre quién está convencido de que, para encontrar la pureza, simplemente retroceda un paso en el calendario. Pero al hacerlo, se muestra que estamos contentos solo con un pecado un poco más antiguo que el presente, que es siempre el mismo: el orgullo, la tentación de ser como Dios. Según muchos, la tradición, naturalmente, con la “T” mayúscula se encuentra retrocediendo en el tiempo. Creo que, en cambio, debemos volver a la fuente y seguirla donde siempre se manifiesta igual a sí misma y siempre da vida. Algunos tradicionalistas también tienen razón cuando sospechan que regresaron a la primavera, porque piensan en tácticas revolucionarias que siempre recuerdan el mito de los orígenes. Pero, en una inspección más cercana, Los progresistas simplemente dieron un paso más largo que estos tradicionalistas. Repito: debemos encontrar la fuente de la tradición y seguirla hasta nuestros días: allí encontraremos la fuente de nuestra santidad.

AMV En este sentido, usted dice, con razón, que la única respuesta al Mal es la del Padre Pio: la santidad. En su opinión, ¿cómo armonizar hoy esta búsqueda de santidad con la necesidad de no dividir más a una Iglesia que ya está muy dividida?

AG Mire, en esta Iglesia, ahora, no queda nada para dividir, solo hay que reconstruir. Necesitamos convertirlo en un ladrillo por otro, que son nuestras almas individuales. Si pertenezco a la Iglesia, y aquí deberíamos tener el coraje de preguntar dónde está realmente, mi santidad personal es el único alivio que puedo traer a su cuerpo herido.

Suponiendo que alguna vez existió, ha llegado el momento de buscar o crear pequeñas reservas, incluso con la buena intención de preservar su fe. Estos entornos siempre terminan siendo lugares donde prevalece la necesidad de “hacer”, porque uno debe demostrar al mundo su existencia: pero el mundo, para otorgar su consideración, pretende que solo se hacen las cosas que es capaz de entender. Además, de manera inexorable, estos lugares se convierten en lugares pequeños de un pequeño poder que siempre terminan “haciendo” cosas que son comprensibles para un gran poder en una relación con conflicto limitado. También puede obtener algo de éxito y visibilidad, pero nada más.

Sólo la santidad es subversiva con respecto a este orden infernal en el que estamos inmersos. No sé si he llegado a estas conclusiones porque estoy enfermo, estoy cansado, me estoy haciendo viejo y, mientras te estoy respondiendo, siento dolores. Pero te aseguro que esta debilidad purifica, te permite ver claramente y te hace muy libre. Al final de todo, si tengo una enseñanza que creo que puedo transmitir a quienes amo, comenzando con mis hijos, esto es lo que aprendí del Padre Pío: hacer buenos cristianos.

https://www.aldomariavalli.it/2018/10/09/per-purificare-la-chiesa-non-serve-la-macchina-del-tempo-ma-la-santita/

La traducción es mejorable.

HEREJÍA MISERABILISTA, DESACRALIZADORA Y FEÍSTA.

https://adelantelafe.com/herejia-miserabilista/