Cardenal Onaiyekan: “La Iglesia europea se ocupa de los divorciados y los homosexuales; pero no de los templos vacíos”

Vicente Montesinos

 

 

 

Otra luz que nos llega de África, para intentar iluminar la tiniebla que desde el Vaticano inunda a toda la iglesia en el viejo continente.

El cardenal nigeriano John Onaiyekan ha manifestado que está “asombrado” al ver a la iglesia occidental más concentrada en los divorciados “casados ​​de nuevo” y en los homosexuales, que en el gran problema de las iglesias vacías.

El cardenal africano (arzobispo de Abuja, en Nigeria) ha dicho claramente que  “Europa debería estar más preocupada por el triste hecho de que las iglesias están cada vez más vacías y que muchas personas ya no vienen“. Mientras Europa es cada vez más secular, la Iglesia Católica continúa creciendo en Nigeria.
Como Europa es cada vez más secular, la Iglesia Católica en Nigeria está creciendo.

Con respecto al tema de la práctica de la homosexualidad , Onaiyekan ha manifestado que la doctrina de la Iglesia es muy clara en este asunto, “y desviarse de ella no es una opción“. El cardenal también ha insistido en que no es un signo de “atraso” el que la Iglesia Católica en África se niegue a “aprobar” la homosexualidad, sino de fidelidad a la sana doctrina católica.

En cuanto a la constante controversia de Amoris Laetitia, especialmente con los mal llamados “divorciados vueltos a casar” y su posible acceso a los sacramentos, el cardenal de Nigeria ha dicho que él anima a estas personas a que vengan regularmente a la Iglesia, pero explicándoles que no pueden recibir la comunión. “Les digo: no estás excluido”. Onaiyekan admite que a veces es le resulta difícil para él mantener a algunas de estas parejas alejadas de los sacramentos,  pero concluye: “A menudo no podemos llegar a las personas con nuestros ideales, pero esta no es una razón por la cual la Iglesia deba arrojarlos al mar”, dijo.

Claridad, normalidad, coherencia, verdad, y fidelidad a Cristo y a la Iglesia.

¿Es tan difícil?

Parece ser que sí.

Pero desde luego, junto a Arinze, Sarah y otros valientes prelados africanos, habrá que tener muy en cuenta a Onaiyekan.

La luz nos llega de África.

Y porque hasta el cielo no paramos, que Dios les bendiga.

 

 

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