Rememorando a Benedicto XVI
¿Acaso no tenemos todos de algún modo miedo –si dejamos entrar a Cristo total mente a Él–, miedo de que Él pueda quitarnos algo de nuestra vida?¿Acaso no tenemos miedo de renunciar a algo grande, único, que hace la vida más bella?¿No corremos el riesgo de encontrarnos luego en la angustia y vernos privados de la libertad? Y todavía el Papa quería decir: ¡No!, quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada –absolutamente nada– de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera. Así, hoy, yo quisiera, con gran fuerza y con gran convicción, a partir de la experiencia de una larga vida personal, decir a todos vosotros, queridos jóvenes: ¡No tengáis miedo de Cristo! El no quita nada y lo da todo.
Reblogueó esto en Laus Deo.
Gracias!